martes, 20 de abril de 2010

“LOS DÍAS SECRETOS ENTRE LA LITERATURA Y LO IMAGINARIO”.

Poeta: Bladimiro Centeno Herrera.

“LOS DÍAS SECRETOS ENTRE LA LITERATURA Y LO IMAGINARIO”

Por: Fernando Chuquipiunta Machaca

Bladimiro Centeno Herrera es, sin duda alguna, un celebrado narrador andino que les canta a las cosas cotidianas: a los avatares de la vida moderna y a la urgencia de vivir más allá de las formalidades. También es el alarife de las palabras, alguien capaz de recuperar a Manuel Scorza en una trama y de resucitar a Ciro Alegría, José María Arguedas y Gamaliel Churata en un desenlace.

¿Cómo surge el libro de ensayos “El Imaginario de la palabra”?

El libro “El Imaginario de la Palabra” surge como parte del proceso de consolidación de mi formación académica orientada hacia la crítica literaria. En él he reunido varios ensayos de crítica literaria en los cuales he utilizado los diferentes marcos teóricos que fui estudiando para ampliar mis enfoques a la hora de leer las distintas obras literarias que van apareciendo. Por otra parte, el subtitulo literario-cultural en cuanto se refiere es una lectura profunda de las obras literarias, a pesar de las falencias lingüísticas o técnicas, siempre activan ciertos códigos socioculturales, las pulsiones subjetivas de una época y las distintas afirmaciones vitales.

¿Del jaiku ahora pasa al micro-cuento?

Bueno, el proceso de la comunicación literaria actual nos exige una forma textual que considere la economía del uso lingüístico y codificación de los motivos temáticos sin atentar contra la compleja propuesta cognitiva de todo texto literario. En este sentido, hay dos vertientes de la narrativa corta que se está desarrollando actualmente: el cuento epifánico y el micro cuento. El primero afianza la complejidad semántica. Es decir, tienen un valor más metafórico. El segundo, que es una especie de jaiku japonés, busca la palabra exacta, para el texto preciso. Mis cuentos han recibido cierta influencia de estas preocupaciones estilísticas que a veces desorientan a los lectores acostumbrados a las descodificaciones de ciertas moralejas comunes.

¿Cuál ha sido la experiencia de la publicación del libro de cuentos llamado “Días Secretos”?

Bueno, el libro físicamente me ha agradado. Me hubiera gustado precisar mejor la carátula en su dimensión icónica pero me siento contento con todo el producto. Algunos me dicen que he podido mejorar la calidad de las hojas y el acabado. Para ello debo ahora aprender algunos criterios de edición. En cuanto a los textos que conforman el libro, doce cuentos exactamente, ha concitado cierta atención entre los amigos, han disfrutado mejor los lectores espontáneos, pero falta aún desarrollar la serie de presentaciones que tenía planificado para recibir una crítica más académica. Y por cierto, hay varios lectores que están psicoanalizando a raíz de esta publicación.

¿Con qué faceta se acomoda más? ¿Cómo escritor o crítico literario?

Yo estudié literatura y lingüística porque ante todo siempre quise ser un escritor. He exterminando tantos textos narrativos como poéticos porque parecían no consolidarse. En parte había cierta razón para ese exterminio, pero ahora considero que el camino no era el exterminio de mis creaciones literarias, sino complementar mi espontaneidad creativa, con el rigor de la crítica literaria, con la seriedad de simbólica de las teorías literarias. En esas condiciones pienso que mi faceta crítica me permite controlar mejor las estructuras textuales, y mi creativa me permite soltar mi lenguaje crítico-académico que tanto daño hace al lector cuando no integras a un lenguaje más llano.

¿Qué piensas de la crítica literaria en el Perú?

Se aprecia un extraordinario avance en la crítica literaria peruana. Creo que tenemos personalidades muy importantes en este ámbito. Una obra literaria se puede comprender de varias maneras. Eso conduce al desarrollo de una verdadera mentalidad democrática. Pero enfrenta un verdadero subdesarrollo cultural-educativo. Por una parte, la poca valoración de la educación limita profundamente la posibilidad de socializar todo ese debate crítico que se desarrolla en torno a las obras literarias fundamentales del Perú. No se da un verdadero aprovechamiento de estos conocimientos que tendrían un impacto sumamente positivo en nuestra sociedad mecanizada que ah convertido en héroe cultural a Magaly y Laura Bozo. Por otra parte también se debe asumir autocríticamente que la crítica literaria en el Perú debe contribuir con el desarrollo del lenguaje. Quiero decir que falta construir un lenguaje propio, dialógico y desprejuiciado. Con esto no estoy desconociendo los textos críticos que han aparecido últimamente, muy interesantes, explorativos y sugestivos que ayudan mejorar nuestras interpretaciones literarias.

¿Qué desearía usted pedirle al Perú?

Que aprendamos a comprometernos con el Perú. Entendamos que nunca vendrán salvadores del país. Mejorar cada situación del Perú es una tarea conjunta. Bastará que seamos mejores para que el país mejore. Dejemos de lado a los “vivos”. Los cínicos siempre serán cínicos. Pero si empezamos a dejarlos de lado no tienen ningún sostenimiento sociocultural.

¿Por efecto, la lectura es una filosofía de la vida?

La lectura tanto literaria como no literaria es una responsabilidad. La televisión es cenestésica, la radio es escandalosa, sólo la lectura comparativa de los periódicos mejora el razonamiento. Nos falta desarrollar el hábito de lectura que nos salve de los ídolos como Magaly o Bayle. Hemos perdido la capacidad de comunicarnos razonablemente y generamos tanta violencia, tanto desde los poderes como las individualidades por falta de habilidades comunicativas que tiene que ver mucho con las lecturas racionales de los mensajes cotidianos.

FICHA DE BIOGRAFÍA:

Bladimiro Centeno Herrera (Yunguyo-1970). Estudió Literatura y Lingüística en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Actualmente es docente de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Colaborador del diario Los Andes y comentarista de la nueva producción literaria que va apareciendo en la nueva hornada de escritores noveles. En 1995, ganó el segundo premio denominado Concurso Nacional de Cuento y Poesía, organizado por la Municipalidad de Paucarpata de la ciudad de Arequipa. Tiene en su haber literario publicado los siguientes libros: El imaginario de la palabra (2003), donde reúne varios artículos de crítica literaria, algunos de los cuales han aparecido en revistas puneñas como: El pez de oro, Revista Universitaria, Apóstrofe, Revista Peruana de Literatura, entre otras más. Días secretos (2009), es un maravilloso libro que contiene doce micro-cuentos en que el autor ha querido liberarlos después de varios años de búsqueda expresiva.

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