“Me siento de la generación del ochenta, del grupo de provincianos que apostaron por la poesía integral del Perú”, dice el poeta.
“LA VOZ DE ESPEZÚA”
“LA VOZ DE ESPEZÚA”
Entrevista al poeta puneño Boris Espezúa Salmón, quien ganó la XIV Bienal de Poesía y el premio Copé Oro con el poemario: Gamaliel y el oráculo del agua.
- ¿Cuál es la novedad en tu libro respecto al lenguaje?
- Bueno, el lenguaje que utilizo en el libro “Gamaliel y el oráculo del agua” es de tipo coloquial, simbólico y con algo de neobarroquismo. No creo que sea novedoso, sino adaptado al tema que por el planteamiento es polifónico y polisémico, donde las múltiples voces se entrecruzan con el sentido que da el mito, la danza, la religión y filosofía andina en nuestros tiempos de auge liberal y globalización.
- ¿Cuánto de cosmovisión alimenta el sustrato?
- Bastante, puesto que en el caso de la cosmovisión andina el sustrato se refiere a nuestra condición identitaria, a nuestros orígenes que tienen que ver con una cultura que se salvó de haber sido avasallada a pesar del tiempo y la adversidad, pervivió en la memoria colectiva, en la filosofía y religiosidad andina, que alimenta el perfil de lo que somos, del universo y la pachamama que nos nutre y enrumba nuestro existir.
- ¿De qué generación eres?
- De la generación del ochenta, del grupo de provincianos que apostaron por la poesía integral, por una suerte de sincretismo donde nuestros amarus le imponían color y voz a nuestros textos poéticos, ante una poesía urbana que se agotaba y que no reflejaba genuinamente el mosaico que es el Perú con toda su riqueza cultural maravillosa.
- ¿Cree usted en la vigencia de la palabra indigenismo?
- Yo creo que en su sentido semántico está vigente. Lo que pasa es que se ha escamoteado mucho el término, pero el hecho de que sea un abordaje de acercamiento y adhesión al mundo andino, no deja de tener vigencia, porque sobre todo en la actualidad hay tendencias que no sólo revaloran lo que son las culturas ancestrales u originarias, sino que tratan de conocerlas más profundamente y de protegerlas.
- Emilio Romero decía que la poesía puneña es cósmica, ¿usted cree que es verdad?
- Decía la verdad. Lo cósmico es lo integrado, lo holístico, lo dialéctico y todo ello tiene Puno, y mucho más todavía, creo que el abordamiento a Puno, por ejemplo, debe plantearse cómo es su festividad de la Virgen de la Candelaria.
14/04/2010
Fuente:
Diario “La Primera”
- Bueno, el lenguaje que utilizo en el libro “Gamaliel y el oráculo del agua” es de tipo coloquial, simbólico y con algo de neobarroquismo. No creo que sea novedoso, sino adaptado al tema que por el planteamiento es polifónico y polisémico, donde las múltiples voces se entrecruzan con el sentido que da el mito, la danza, la religión y filosofía andina en nuestros tiempos de auge liberal y globalización.
- ¿Cuánto de cosmovisión alimenta el sustrato?
- Bastante, puesto que en el caso de la cosmovisión andina el sustrato se refiere a nuestra condición identitaria, a nuestros orígenes que tienen que ver con una cultura que se salvó de haber sido avasallada a pesar del tiempo y la adversidad, pervivió en la memoria colectiva, en la filosofía y religiosidad andina, que alimenta el perfil de lo que somos, del universo y la pachamama que nos nutre y enrumba nuestro existir.
- ¿De qué generación eres?
- De la generación del ochenta, del grupo de provincianos que apostaron por la poesía integral, por una suerte de sincretismo donde nuestros amarus le imponían color y voz a nuestros textos poéticos, ante una poesía urbana que se agotaba y que no reflejaba genuinamente el mosaico que es el Perú con toda su riqueza cultural maravillosa.
- ¿Cree usted en la vigencia de la palabra indigenismo?
- Yo creo que en su sentido semántico está vigente. Lo que pasa es que se ha escamoteado mucho el término, pero el hecho de que sea un abordaje de acercamiento y adhesión al mundo andino, no deja de tener vigencia, porque sobre todo en la actualidad hay tendencias que no sólo revaloran lo que son las culturas ancestrales u originarias, sino que tratan de conocerlas más profundamente y de protegerlas.
- Emilio Romero decía que la poesía puneña es cósmica, ¿usted cree que es verdad?
- Decía la verdad. Lo cósmico es lo integrado, lo holístico, lo dialéctico y todo ello tiene Puno, y mucho más todavía, creo que el abordamiento a Puno, por ejemplo, debe plantearse cómo es su festividad de la Virgen de la Candelaria.
14/04/2010
Fuente:
Diario “La Primera”
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