miércoles, 28 de octubre de 2015
lunes, 19 de octubre de 2015
“MAR DE LA INTENSIDAD” POR MIGUEL ILDEFONSO.
“MAR DE LA INTENSIDAD DE ALFREDO HERRERA FLORES”
Por: Miguel Ildefonso
Alfredo Herrera Flores (Lampa, Puno - 1965)
obtuvo el premio Copé Oro de Poesía en 1995 con Montaña de Jade. Entre otros ha
publicado los poemarios: Etapas del Viento y de las Mieses, Recital de Poesía,
Elogio de la Nostalgia y Mare Nostrum. “Mar de la Intensidad” (Cascahuesos Editores, 2014) es su reciente libro que reúne poemas del júbilo y la nostalgia, de la
iluminación y el eros. Su discurso fluctúa entre la interrogante del misterio
de la vida, mediante el asombro ante la belleza, y la celebración del mar como
metáfora de la azarosa existencia.
Herrera corresponde a la interesante producción
de poesía en Puno de estos tiempos, que tiene nombres como Boris Espezúa, Pacha
Jata Huillka, Rudy Frisancho, Lolo Palza, Luis Pacho y Darwin Bedoya. A alguno
de ellos lo podemos apreciar en la breve antología editada por el Gobierno
Regional de Cusco: Qelqa Saqras (Poesia Surandina de los 80’s) publicada este
año.
Aquí dos de los poemas más breves de Mar de la Intensidad.
Visión
La ciudad
cambia.
Nadie se da
cuenta, no se fijan en las esquinas
desaparecidas
ni en los
parques arrasados por el olvido, tampoco
ven las
nuevas torres y las calles que se superponen.
Las casas
cambian por dentro y por fuera
sin que sus
habitantes se digan buenos días, buenas
noches.
Puede que
en las veredas haya ropa olvidada
o que en
las ventanas se diluyan adioses,
nadie
observa la espalda de quien va adelante
ni huele la
comida ya servida.
Un piano
hace la travesía de ir de un teatro a otro,
no
encuentra su destino y al volverse tampoco halla
el suyo. La
ciudad cambia al ritmo de una melodía
sombría,
espeluznante.
Río
Para mi hija Dwuana
¿Y si es de
luz este río
de
palabras, y su sombra
es otro
río?
¿Y si es de
palabras
este río de
luz,
y su sombra
soy yo?
domingo, 4 de octubre de 2015
“VOCES Y VISIONES [RECOGIDAS A LA SOMBRA DEL LIRIO]” POR MIGUEL ILDEFONSO.
“VOCES Y VISIONES [RECOGIDAS
A LA SOMBRA DEL LIRIO] DE GONZALO PORTALS ZUBIATE”
Por: Miguel Ildefonso
Voces y visiones [recogidas a la sombra del lirio] (Buró Látex, 2015) de Gonzalo Portals Zubiate (Lima, 1961), trae poemas
en prosa y en verso. Poesía que no se lee de modo tradicional, rítmicamente,
siguiendo el hilo del sentido; sino que en sus quiebres, en sus sinuosos
caminos, vamos penetrando en una nueva forma de asimilar una realidad más
amplia. Sin ser surrealismo, aun cuando haya ese ensamblaje de Moro en sus
prosas, sino más cerca al neobarroquismo, la poesía de Portals es una puerta a
esas visiones y voces cotidianas y trascendentales que nos obliga leerla con
los sentidos, con el cuerpo y con el espíritu. Sin buscar ser estridentes, más
bien con reflexión y mirada honda, son poemas que nos remecen, que no nos dejan
en la pasividad del consumo fácil como hay mucho en la literatura complaciente
de hoy.
Azotado
No creo que
merezcamos tanto color
Las paletas
del ventilador me lo señalan así
Pero confío
en la apropiación de las tierras cálidas
El eje y su
desierto
Su
clandestino rigor para apaciguarnos
Mi hija
vino el otro día y comenzó a rasguñar
la pared
blanca del silencio
Solo es
cuestión de dotar a los pilares de hielo
de lenguas
distintas
Y
satisfacerse ufanarse merodear
Yo giro
entre tus labios de música apagada
La salobre
sensación es eso
Venir
llegado El hombre del mameluco ha dispuesto
el orden
entre las flores
Ha enfilado
y dicho A cada flor su cima Por cada pétalo un abanico
Doscientas
cadencias y una cintura La aproximación posible
de lo
férreo
El cierto
anuncio renuente del estar nunca en el todo meridiano
La
melancolía tutelar El sentir no del todo liquidado
Los
discretos episodios del alma El efluvio mayor de los cielos
Tu música
etérea y glandular La aspergesia cincelada
de mi
espejo La rúbrica salobre Los discursos
en tiendas
De techos
ampulosos Y corpiños El paseo es eso
Un iracundo
ajetreo de vaivenes Paseos lanceolados Pie
Hegemonías
del dos y su paseante
Saberse
amable Optimizar la brisa blanda entre los dientes
¿Recuerdas
la ventada del viaje aproximado? Ibas Ahora llanos
Ya no se
esferan los destinos Una ventana pasa Es adelante
que pasa
Luego se descubre Negra ante tu agua ¿Quién va?
Campos que
fueron navegables durante el corto esfuerzo
de su
existencia oros ecuménicos Cierzos Meandros de tomillo
y cinamoro
bastardía de un yo saliendo entre las dunas Existe
una puerta
en el desierto No la intuyo solo la veo Así como intuyo
el agua
entre mis dedos Dios avanza El mundo se queda Correrías
de hombre
viejo tras un ciclo de ruedas profusas Caminar
es eso
Perfilar los montes nadie le reza a los vestigios
del
poniente Tu der está cubierto han venido a darte
la
extremaunción Con cirios infelices y una duplicidad de paisaje
que hace
que pienses en ti más allá de ti Soy doble, me dice
Desierto
novedoso Pasamanería de viento bordado por más manos
Tornasol de
redondeces Te ves Eres esa ruma de soles
tendidos en
la arena Pasear es eso Segar en la tarde Mirar
por donde
se avistan las formas Decirle sí al agua
en el camino
Sí al bridón que hurta tus monedas
No al
reluciente esfuerzo del arquero
sábado, 3 de octubre de 2015
“APU KALIPSO / PALABRAS DE LA BRUMA” POR MIGUEL ILDEFONSO.
“APU KALIPSO / PALABRAS
DE LA BRUMA DE JOSÉ ANTONIO MAZZOTTI”
Por:
Miguel Ildefonso
Apu Kalipso / palabras
de la bruma
(Hipocampo Editores, 2015) de José Antonio Mazzotti (Lima, 1961), destacado
miembro de la Generación Poética del 80, es una obra de fulgor lingüístico, de
barroca imaginería e ingeniería estructural. Como dice Doris Sommer en la
contracarátula: “Apu Kalypso, el
brillante título de este libro, es una combinación de la deidad andina y la
seductora ninfa de la mitología griega, que juntas connotan el Apocalipsis.” Se
sintetizan dos momentos (es el fin y es el nacimiento) y dos mundos: aquí la
simbología marítima sirve para enlazar esos dos mundos contrastados (occidente
y la bautizada América, la de México para abajo). El resultado es una amalgama
intensa de discursos en donde dialogan la historia, la mitología, la literatura
y el eros. "Hay una fuerza exultante, una celebración de la buena fortuna,
cuando un escritor se reconoce como testigo del amanecer de una cultura que se
está dibujando a sí misma rama por rama, hoja por hoja, en esa alborada de
autodefinición," decía Derek Walcott.
Cochas
Dedo de río
cabalgando sobre la gamuza
Paisaje en
miniatura de la vía láctea
Hasta aquí
he llegado para buscar en tu
Barriga
nebulosa el batracio de luz
Quiero
mirar sus aletas estirando rocío
Airear su
ignorancia de milenios por donde
Se pisa el
silencio de estar en esta bola
Mirando los
luceros hasta encontrar un signo
De pronto
una sirena se levanta del fondo
Los
cabellos se le erizan de hermosura azul
Los ojos se
le erectan como dos orquídeas
Ardiendo en
la sombra de su tímida calma
Ella seduce
al viajero como una lluvia la balsa
Lo lleva
por castillos de amatista adonde no
Puede
llorar para salvarse y se quema
Abandonado
como un huérfano en la noche
En ese
laberinto yanamayu se presenta
Señora de
las boas de los fondos limosos
Allí lamen
su escama las perlas de los peces
Y le abren
paso ante la gruta dentada
Ella te
habita como el alma la montaña mágica
Como una
bocanada de aire puro los pulmones
Como la
inercia de la ola que no encuentra
Consuelo
entre las piedras de la playa dorada
Estruja tus
tobillos de placer infinito lamiendo
Las
comisuras de los dedos líquidos que soba
En su
camino sinuoso que se escurre en la noche
Como el ave
en el aire o el hombre en la hembra
Así
desapareces en la bruma encendiendo cien ojos
El cielo
toca por primera vez la hondura infinita
Goza la
gloria tu ligera turbulencia que sólo dice
Las letras
del vacío cuando ya eres un recuerdo
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