sábado, 29 de noviembre de 2008

"Liberando el alma" I Concurso de Poesía del INPE por Miguel Ildefonso



El poeta peruano César Moro decía: “El arte no está subordinado a lo útil y agradable, pero tampoco tiene su fin en sí: va siempre subordinado a la sensibilidad que lo enriquece y él a su vez lo enriquece.” Tener conciencia de esta sensibilidad es tener conciencia del lenguaje, que es, a su vez, conciencia de la poesía, quiero decir: de la relación de la sensibilidad (que todo ser humano posee) con su medio o, en otras palabras, yendo más lejos, o más cerca, con el mundo o con la vida.

Sobre esta relación “sensibilidad” y “mundo”, trata la mayoría de los poemas de "Liberando el alma". Hermoso título que nos remite al poeta y ensayista Octavio Paz, en "Los hijos del limo", cuando decía que para Holderlin, antiguo poeta alemán, de la época del romanticismo: “El punto de unión entre el amor a Diotima y el amor a la libertad es la poesía”, dado que la poesía es el “punto de intersección entre el poder divino y la libertad humana”. El poeta romántico, según Octavio Paz, es como un “guardián de la palabra que nos preserva del caos original”.

La poesía es, entonces, ese ejercicio de la libertad que nuestra sensibilidad reclama: para ser oída y leída, y para entender que el silencio está lleno de significados, que el silencio es también una voz con rostro y con sueños, y que es único y a la vez es de todos, donde podemos estar con el mismo silencio para oírnos. Un murmullo, un sueño hablado, un llanto, una historia inconclusa, son el alma de estos poemas que conforman el presente libro que ha dejado su trazo para que caminemos a través de versos testimoniales o del ensueño.

En "Liberando el alma" encontramos poemas de corte existencial, como en los siguientes versos: “El animal de sombrero verde / el que escribía versos sobre cosas verdes / estuvo ayer aquí, / de ayer hacia atrás / Y llegando pronto. /El hoy es aún demasiado madrugador. / A lo lejos una sombra verde tic- taquea./ A lo lejos.” Este tema fundamental en la poesía de César Vallejo o Blanca Varela, se puede apreciar también en el poema que dice: “la levedad del no ser / palidece en desventura / se desploma triste / en suma gravedad, / fundamental y taxativa.”

El tema erótico, con toda su potencialidad liberadora, igualmente lo hallamos en estas líneas: “Después de tanto tiempo/ h o y / regreso a ti / te tomo entre mis fibras contraídas / bebes con la fuerza de un sol / me desnudas.” Otro ejemplo: “Mi desnudez de agua es Una casa sin puertas. / Un paisaje sin cielo un cielo sin azul un cielo no cielo”

El amor no podía estar ausente: “fortalezca tu ausencia / la bronceada semilla / que me diga / mañana / de pronto un día / regresarás”. Y donde hay amor también hay desamor: “No quise acostumbrarme/ a tu perfume / a tus preguntas / ni a tu semanal presencia / luché contra ti”.

Otro tema importante es la fortaleza, el valor: “Si caigo, / grávida, / cayendo fuerte / por ardiente seducción / desde el suelo / recargo el vigor / con alas de coral”. Porque donde hay fortaleza hay esperanza, y ese es el sentido de estos versos: “Al filo del camino / el viento me besa / me acompaña / fresco arrebolado / limpia / las hojas secas / de mis otoños / y conquisto el verdor / de las primares / por venir.” O aquí también: “Hija de mi tiempo / despojada de velos/ rompí ataduras / me atreví / a los veinte/ en tropel / a labrar caminos / de porvenir.”

A continuación un poema de cada una de las tres ganadoras del "I Concurso de Poesía del INPE":


Ivonne Cotrina (Lamas, San Martín, 1974)

Estaciones

No fue necesario un adiós
ni un apretón de manos
el más humano dolor
tomó entre sus dedos
mi cetrina piel
hincándola
con perfumados
clavos.

Ya no habrá más retorno
me susurraron los árboles
hasta el silencio cantó
para calmar mis infiernos.

Al filo del camino
el viento me besa
me acompaña
fresco arrebolado
limpia
las hojas secas
de mis otoños
y conquistó el verdor
de las primaveras
por venir


Giuliana Llamoja (Lima, 1986)

El De Sombrero Verde

El animal de sombrero verde
el que escribía versos sobre cosas verdes
estuvo ayer aquí,
de ayer hacía atrás
y llegando pronto.

El hoy es aún demasiado madrugador.
A lo lejos una sombra verde tic-taquea.
A lo lejos.
Es la sombra del animal de sombrero.
Merodea. Camina. Pernocta.
Da una ojeada al árbol fantasmagórico y roto.

El animal encharcado que ladra
su último monólogo
se enfrenta al tiempo de reloj con un ritmo disidente.

El animal
Es el HOMBRE ADOCENADO
Que guarece a una hora distinta

y deja de ser verde todo, menos su sombrero.


Ayma Cabanillas (Lima, 1972)

Reencuentro


Apresuro la espera
lejos el destino
no dejé de seguirlo.
salí del encierro
apretados mis ojos
extendí mis alas
y volé de nuevo
a mi lugar de origen
clamante de retornos
rinconcito de bienvenidas
envejecido en tres lustros
hallé tibio el nido
las alas abiertas
el cariño pleno
en el espacio-tiempo
de los años ausentes.
el reloj de mis pupilas
marcaba el instante
un reencuentro
un segundo
para gozar.

jueves, 27 de noviembre de 2008

HOY POESÍA EN TACNA Y UNA NUEVA PREGUNTA ACERCA DE LA POESÍA PERUANA


Gracias a Cristian Astigueta (Tacna, 1980), premio regional de poesía del INC Cusco 2008, me entero que hoy habrá un recital de poesía joven en la ciudad de Tacna (ver el afiche) y hoy es también la inauguración del I ENCUENTRO SUR PERUANO DE ESCRITORES “Lampa: El lugar de mis sueños” 2008 (Puno), donde se convocara al Premio regional de poesía “Vladimir Herrera” 2009, en ese sentido, y retomando una encuesta titulada “Una pregunta acerca de la reciente poesía peruana”, específicamente, un comentario de Enrique Matheus con el cual estoy completamente de acuerdo: “wow! acabo de leer recién este post... creo Sr. Guillén que debería volver a colocarlo como una encuesta... yo vivo en Cusco medio año y el restante entre Lima y el extranjero: en Lima estoy y estamos aburridos de los mismos, entre los cuales dos o tres son buenos, los demás, tan solo compañía y amiguismo... por eso prefiero dar nombres reales del Cusco: Franklin Sequeiros, Wilni Davalos y Cristian Astigueta (ganadores de los últimos tres premios de poesía del INC), voces distintas unas de otras, tres nombres casi inexistentes en el panorama de la poesía peruana contemporánea, solo espero que estos chicos no tengan que irse a vivir a Lima para ser parte de la collera y así salir en antologías y recitales, pues parece la única forma”, ahora propongo revisar a los poetas POST-2000 de las diferentes provincias del Perú, una lista que incluye a autores nacidos desde 1974 hacia delante y que comprende tanto el norte como el sur, la sierra y la selva, entre ellos tenemos a: Darwin Bedoya (Moquegua, 1974), Filonilo Catalina (Puno, 1974), Luis Ormachea (Cusco, 1974), Rubén Soto (Puno, 1974), Moshenga Cabanillas (Cajamarca, 1976), Juan Yufra (Moquegua, 1977), Fred Acosta (Huaraz, 1978), Ramina Herrera Arteaga (Amazonas, 1979), Nacho Infantas (Cusco, 1980), César Panduro (Ica, 1980), José Luis Velásquez Garambel (Puno, 1980), Victoria Larco (Trujillo, 1981), Víctor Raúl Maldonado (Cerro de Pasco, 1983), Paul Mendoza Malaver (Cajamarca, 1983), Lúber Ipanaqué (Pucallpa, 1985), Robert Baca (Arequipa, 1986), Matilde Granados (Trujillo, 1986), María Miranda (Arequipa, 1986), Denisse Vega Farfán (Trujillo, 1986), Yesabeth Muriel (Piura, 1988), los grupos literarios Signos (Chiclayo) y Legión (Trujillo), entre muchos otros. Espero sus comentarios. Por favor no mencionar a poetas de Lima.

LEER A MURAKAMI por Charly Martínez


Acabo de concluir la lectura del cuentario “Sauce Ciego, Mujer Dormida” del escritor japonés Haruki Murakami (Kyoto – 1949). Más que cuentos propiamente dichos son relatos (algunos casi nouvelles), donde se deja entrever la impronta novelística del autor.

El lector (sobre todo él que ha seguido su obra) queda con la sensación de que Murakami, premiado con lauros como el Arzobispo Juan de San Clemente y el II Premio Internacional de relatos “Frank O’ Connor”, no ha dejado de lado sus pininos literarios como novelista en la escritura de este libro de relatos (debemos recordar que H.M empezó su carrera literaria con dos novelas cortas: "Oíd cantar el viento y Bihar eléctrico").

En este libro “SCMD” encontramos relatos de mucho interés. En “Los gatos antropófagos” una pareja de novios japoneses que vive un clandestino romance huye de sus destruidos matrimonios viajando a Grecia. Al final del relato, sorpresivamente, uno de ellos desaparece sin dejar rastro… Aquí Murakami hace referencia al sexo como un acto “tan natural que, si bien no tuvimos sentimiento de culpabilidad, tampoco nos produjo un placer carnal de aquellos que desgarran el corazón” (pág. 137).

El sexo es para el autor, un acto frío, apacible. Lo mismo encontramos en “Náusea, 1979”, donde un hombre vomita cada vez que recibe una llamada telefónica, siempre de un desconocido. Es marcada la flema sexual que H.M le confiere a sus personajes, sino léase: “También disfrutaba con el sexo normal, ejecutado despacio, con calma” (pág. 171).

Ambos relatos son agradables, de fácil lectura y mucha emoción. Pero lo mejor del japonés no es solo la cuestión sexual, sino que también hay diversos puntos de sumo interés para cualquier lector, ya que Murakami toca una gran diversidad de temas, algunos con mayor profundidad, pero no por ello menos agradables.

Asimismo el autor de “Kafka en la otra orilla” nos sumerge en el mundo de la buena comida, la ópera, el jazz, la obsesión (llevada a casos enfermizos en “Tony Takitani), la muerte, la infidelidad, la soledad y, repito, el sexo.

Lector de Chejov, pesimista en muchas partes del libro “vivir es muy duro, ¿no te parece?” (pág. 168) y de clara predilección por los problemas existenciales que agobian al ser humano, Murakami es universal.

En mi opinión hay cuatro relatos que condensan casi toda la temática del libro y que a su vez son los más logrados: “El hombre de hielo”, “El espejo”, “Tony Takitani y “Los gatos antropófagos”.

De esta manera, invito a todos los amantes de la literatura a leer “Sauce Ciego, Mujer Dormida”. Murakami “ha acertado, otra vez, al escribir este libro”.

Fuente:
http://durooficio.blogspot.com/

sábado, 22 de noviembre de 2008

"Sin llegar a lo invisible" de Paolo Astorga


Paolo Astorga, poeta de la casa, cantuteño de corazón y creación, amigo y compañero de ruta acaba de publicar un nuevo poemario “Sin llegar a lo invisible”, vía su Editorial electrónica “Remolinos”. Eso sin contar el mismo texto que se puede hallar en "CD - BOOK" regalado por el propio autor.

Con respecto al poemario el vate nacional Raúl Heraud nos dice: “Sin llegar a lo invisible” del poeta peruano Paolo Astorga, Lima, 1987 (Editorial Electrónica Remolinos 2008), nos introduce a un mundo en el que se mezclan la desesperanza y la resignación, la soledad y la nada; la oscura cotidianidad retratada cual pintura expresionista, cual trágico titular colgado como res de algún puesto de periódicos; el poeta nos muestra la imagen de un mundo soterrado donde la plenitud no es posible, donde la vida se ensombrece a pesar de su lucha por encontrar el equilibrio.

Desde aquí saludamos la iniciativa del enllamado poeta, Paolo Astorga, por incendiarnos nuevamente con su poesía.

Para muestra les dejo estos cinco poemas.

PRIMER MINUTO

Arrastro un cuerpo herido, mil voces maldecidas de quebranto,
arrastro un verbo silencioso, ardor de muelas detrás del infinito,
el árbol que canta tu ignorancia, la vereda encharcada nos dice lo mismo
volver a ser eternos nos será imposible y no habrá retroceso
para la carne que se aglutina en nuestros puños, voces, voces,
largas voces destruyeron falsas miradas de nostalgia,
he muerto por un miserable plato de comida
y digo salud a todos y digo salud a todos,
que mi carne es dulce y trato de correr detrás de los espejos
mi boca enllamada de soles finge sordera, finge soledad
abrí las piernas mujer, abrí las piernas,
dolorosas calandrias sucumbieron ante la sangre de los arbustos azules
Diosa mía, qué razón hay sin ti ni tus vestidos estrellados?
Diosa mía, mis ángeles te devoran, te desmiembran mientras cantan
que hemos perdido la batalla, que nos han cortado las manos
y acaso todavía surge de este infierno una flor
que nadie sabrá nombrar
sin antes haber ahogado en el río
el mismo ataúd que se ha enfrentado a la tarde
tan sólo para crear una palabra no menos luminosa
que una sonrisa distante, deformada por la niebla.

ORACIÓN

Dame fuerza para encontrar esa mañana
Donde dejaste una paloma desecha por el tiempo,
Dame fuerza para dejar mis manos en aquellos árboles amarillos
Donde colgamos una sombra desnuda latiendo,
Dame el sigilo de los que no te temen,
Dame la hora precisa para asechar un revólver hecho de victoria,
Dame la luz, dame el sol, el cielo, el polvo,
Finge que me oyes
Pero dame un cuerpo, ¡Oh inmortal incendio...!

DESNUDO

"quítate la piel
las tripas los ojos
y ponte un alma
si la encuentras"
Blanca Varela.

Quítate el puñal clavado en tu espalda
quítate el polvo fétido que carcome tu piel
desnúdate el pecho
cambia tu rostro y vuelve al suave ruido que te busca
que te acerca a las absurdas páginas de un diario
que te desmiembra la voz
y luego permanece de pie hasta morir,
morir
y volver a morir
mientras ya no tengas más que quitarte.

Quítate la sombra de encima
destroza tu foto pegada en espejo
no llores
no seques tus lágrimas imperfectas en esta desolada generación
que ha llamado a renacer
en un palacio de cenizas
y caras cortadas, planeadas para devolver tus huesos húmedos
y tristes
a la misma caja de zapatos
donde alguna vez soñaste que te crecían tibias alas
entre tus cabellos manchados de sangre aún equivocada.

Pues ahora un sonido, cualquier sonido
te hace desaparecer,
desaparecer para siempre.

BALADA PARA YESELYN

Desnudo, aquí me tienes, las sombras extrañándote otra vez
han desafiado a todos los muros,
mientras él se preguntaba a qué hora abrirías tu sexo
como una boca que irremediablemente será triste, oceánica, infame,
qué tardío será el día,
me han destronado nuevamente los búhos de mi absurdo dolor
mientras escribo aplausos y voces de ovación
para que me arrastren los mismos placeres, la misma sonrisa fingida,
qué triste será el infierno al anochecer una promesa diluida en tus cabellos,
ya lo sabía, miro a tus manos purificando una memoria
y me dices que asco, que asco es verte,
pero tú ya sabes que mi ojo retumba como un violín atravesado por espadas
sabes que he llegado sucio y sudoroso a tu coronación,
eras un incendio, una gran ciudad imperceptible, deshabitada,
y yo quise tirarme de aquel quinto piso de un edificio blanco
un 28 de enero de 1999,
ya me veías, reías de mí, de mi fingida oscuridad
y el corazón que se quejaba de un frío tremendo entre las sienes.
Escupiste en medio de la pista
y me gritaste: “así pagamos las vírgenes”
La niebla te había hecho luz;
un extraño corazón
fuera del universo.

YO QUISE SER EL MUNDO

Otra vez el charco incólume, la patria durmiente,
otra vez noche de asfalto y frontera,
escribo y el desierto hace hombres sin espaldas, estómagos andantes
bajo la frágil garúa que no te ha nombrado, que no te ha dado la Verdad
instalando al ser y la nada, el designio que oscurece un par de ojos vagos
y el tránsito pariendo lascivas estrellas y un muchacho quiso ser el mundo
y se tiró de un puente o salió del cine inflando sus pulmones
a contemplar forzosamente la ciudad y sus cuerpos interiores,
la máscara enjuta de un cielo reventado por las masas
qué sería de mí, sin mis dioses, sin maletines y corbatas,
sin los postes que han predecido en tus ojos un fuego extraño
que ni el sol podrá ver. Es el fin, chocan dos autos
aprieto el acelerador, Lima ha vuelto a ser la extraña humedad de un beso,
apariencia infinita de un abrazo, mirada extraviada soportando una memoria;
ya no hay segunda muerte después del otoño
ni otra muchacha con un sexo sin angustia.
Yo quise ser el mundo detrás de las paredes y los postes sin insomnio
me hablaron de poesía y de mujeres
de borrachos y muñequitas de goma,
pero ahora ya no soy la luz, ahora ya no soy el mundo
ni la sangre derramada que escupo, ni el triste rencor de los que jamás regresan
a la soledad que todos juzgan, violan, tiran al río y olvidan
al perderse la luna detrás de las ventanas
y las eternas velas que aún no terminan de encenderse tras la noche.

Paolo Astorga Requena (Lima - Perú, 1987). Es estudiante de Literatura y Lengua Española de la Universidad Nacional de Educación "Enrique Guzmán y Valle" - La Cantuta. Es miembro fundador del grupo literario cantuteño “Letra en Llamas”.
Es Director y editor de la revista digital de creación literaria "Remolinos".
Ha publicado los libros de poesía: Anatomía de un vacío (editorial electrónica Lulú 2006) y Sin llegar a lo invisible (Editorial electrónica Remolinos 2008). Ha editado vía Web la I antología digital de poesía La Voz del mundo (2006) y la II Antología digital de poesía Una voz en el abismo (2007) las cuales reúnen en su conjunto a más de 50 poetas de diferentes lugares del planeta. Ha sido publicado en las antologías: Reflejos del Alma (Lima-Perú, 2005) y Poetas Solidarios (Almería-España, 2007). En el 2006 y 2007 fue Finalista del II y III Premio Internacional de Poesía "Desiderio Macías Silva" y ganador del segundo lugar del III Concurso Internacional "Revista Hybrido" Modalidad Poesía. Últimamente ha lanzado vía web un proyecto de edición gratuita de libros digitales llamado: Editorial electrónica Remolinos. Su trabajo creativo se encuentra en revistas literarias tanto físicas como digitales.

Si alguno de ustedes desea leer el poemario, de manera completa, les alcanzo el siguiente link:

viernes, 21 de noviembre de 2008

Y se fue Laura Riesco Malpartida


El 6 de febrero de 1978 bajo el sello Editorial Milla Batres una joven escritora daba a conocer su primera novela “El Truco de lo Ojos” que recreaba desde el espacio de la reflexión la vida rutinaria de una familia pequeño burguesa limeña. Lo que llama la curiosidad era la inusual técnica que utilizaba Laura Riesco para configurar ese mundo social asfixiante, estrecho y mezquino de esa familia que era la imagen estereotipada de muchas otras. Novela innovadora que sin detenerse en la morosidad de los capítulos trazaba cinematográficamente los gestos, la monotonía, el racimo, la tara de la incomunicación, la mutilación de lo sueños. Estábamos ante una novela peculiar que la crítica local le dio poca importancia. El silenció de esta narradora fue extensa hasta que el año 1994 bajo el auspicio de PEISA aparece una novela cuya madurez ya no pudo ser ocultada por la crítica “Ximena de Dos Caminos”. Al año siguiente apareció una 2da edición que confirmaba la valía de esta novela. En esta novela se recrea desde la perspectiva narrativa de una pequeña niña el universo de los conflictos que desgarran el mundo adulto que la rodea. La novela polariza el universo de la oralidad y la escritura, lo racional y lo mítico. Ximena es el ojo avizor de esa bullir de una nueva sociedad que se va configurando. El universo andino adquiere desde esa imagen espacial de la Oroya un singular signo cancelando a nuestro parecer esa vieja nostalgia indigenista de las cosas.

En breve nota leída en Perú 21 nos enteramos de su partida.

Laura Riesco Malpartida, nació en la Oroya, Junín en 1940. Realizó sus estudios secundarios en Lima, partió del Perú hacia 1959 a realizar Estudios Superiores en Estados Unidos, en la universidades de Wayne State en Detroit y de Kentucky en Lexington donde se doctoró en literatura con una tesis sobre "Los Poemas Humanos de César Vallejo". En esta Universidad ejerció la docencia. Hoy quiero para finalizar recordar una frase de ella cuando dijo: “No soy escritora, soy una mujer que escribe”. Hasta pronto Ximena, guarda bien tu álbum de Mariposas.

Fuente:
http://rauljurado.blogspot.com/

martes, 18 de noviembre de 2008

Paúl Eluard, a 56 años de su muerte, para vivir aquí.


Hoy recordamos a Eugène Grindel, quién fuera conocido mundialmente como Paúl Eluard. Poeta francés de gran talento y universalidad. Sus poemas denotan un gran sentimiento y una enorme simbología. Vate comprometido. Dueño de una magia expresiva, única. Hombre enamorado de la vida y del amor. Lírico profundo hasta el más alto poder. Catalogado por muchos críticos como dadaísta, surrealista, comunista. Amigo de André Bretón y Louis Aragón. Esposo de Gala, y pareja sentimental de Nush y Dominique.

Hace 56 años Paúl Eluard murió producto de una angina de pecho. Quién de nosotros, de alguna manera, no se ha sentido influenciado por él y su ya clásico poema “Libertad”, considerado emblemáticamente como un “grito de protesta”.

Esta tribuna le rinde un merecido homenaje a quien en vida fue, es y será uno de mis poetas favoritos. Descansa en el recuerdo del mundo, siempre vivo, Paúl Eluard.

A continuación tres poemas en honor “al ave fénix y el duro deseo de durar”.

LIBERTAD

Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena sobre la nieve
Escribo tu nombre
Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre
Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre
Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre
Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre
Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre
Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre
Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre
Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre
Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre
Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre
Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre
Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre
Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre
Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre
Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre
Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre
Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre
Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarteLibertad

AL ALBA TE AMO... (otra versión)
Al alba te amo tengo toda la noche en las venas
Toda la noche te he contemplado
Tengo que adivinarlo todo me siento seguro en las tinieblas
Ellas me conceden el poder
De envolverte
De sacudirte deseo de vivir
En el seno de mi inmovilidad
El poder de revelarte
De liberarte de perderte
Llama invisible de día.
Si te vas la puerta se abre hacia el día
Si te vas la puerta se abre hacia mí mismo.

De "L'amour la poesie"

Versión de Aldo Pellegrini

DESFIGURADA APENAS

Adiós tristeza.
Buenos días tristeza.
Estás inscrita en las líneas del techo.
Estás inscrita en los ojos que amo.
Tú no eres exactamente la miseria,
pues los más pobres labios te denuncian
por una sonrisa.
Buenos días tristeza.
Amor de los cuerpos amables,
potencia del amor,
cuya amabilidad surge
como un monstruo incorpóreo.
Cabeza sin punta, tristeza bello rostro.

Versión de Luis A. Cano

lunes, 17 de noviembre de 2008

POESÍA EN EL YACANA


UN NUEVO LIBRO DE ENRIQUE VERÁSTEGUI


El gran vate peruano Enrique Verástegui publicará, dentro de poco tiempo, un nuevo libro titulado “Teoría de los Cambios”. La coedición correrá a cargo de los sellos editoriales “Sol Negro Editores” de Lima y “Cascahuesos Editores” de Arequipa. El libro que ya se encuentra en imprenta, según nos da a conocer el poeta peruano Paúl Guillén, saldrá entre fines de noviembre y los primeros días de diciembre. Una gran noticia para todos los amantes de la poesía.

A continuación publicamos dos poemas como adelanto.


MAITREYA


Me he sentado a esperar la vejez.
No pienso ni hago nada hasta que llegue otra generación
a desempolvar el brío, los libros dorados, las matemáticas,
el cuerpo, el alma, el universo,
todo ese conocimiento sepultado por el rencor,
la gnosis que demuestra que lo infinito
está en lo finito
donde está, realmente, el universo.
Florecí más que nadie
pero perfidia cayó sobre mí,
doblándome como una flor,
herrumbrándome, y fui silenciado.
Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la vida,
no dan ganas de llorar?


POESÍA PARA SEÑORITAS
a Vanessa, mi hija científica

Cuando leas poesía
aprende a distinguir lo Verdadero de lo Falso
no todo lo que está bien escrito es Verdadero
y todo lo mal escrito es necesariamente Falso
el Criterio de Verdad es lógica impecable
Falsedad es absurdo más allá de cualquier palabra
así si distingues Verdad de Falsedad
serás una Princesa consorte, comerás uvas frescas
y acertarás cuando leas poesía.

sábado, 15 de noviembre de 2008

El Jardinero de Otoños de Lúber Ipanaqué


Contribuyendo ante el escaso y/o nulo conocimiento y a la poca dufusión que tienen los poetas de provincias -aquí en la capital-, me veo en la imperiosa necesidad de publicar algunos poemas de Lúber Ipanaqué, joven valor de la poesía piurana. Poeta que con el transcurrir de los años dará mucho que hablar. De eso estoy más que seguro.

Esta tribuna se complace en presentar algunos escritos, dignos de toda nuestra atención.

El jardinero de otoños


I

El mar destrozó mi corazón ante tu ausencia.
Ay, si vieras cómo se cae a pedazos mi pobre corazón y
Se disuelve en el humo como un
Pájaro de agua, como pájaro perdido entre la niebla.
Esta tristeza volvió mi corazón en el
Pájaro solitario de aspavientos que
Desde su soledad te llama. Óyelo.
Él te llama desde
Sus eternas soledades.
Él te llama desde el fondo marino,
Desde el reflejo del cielo donde cree ver tu rostro como
Espejo de agua, como espejo de viento.
En las blancas lejanías
Él te ve sobre las olas del mar, ausente en las espumas.
Él te llama desde la tierra húmeda, en el ocaso donde
Aun resuenan olas lejanas, lejanas:
¿Acaso jamás dejarán de destrozar mi corazón
Hecho pedazos?

II

Como el náufrago de abismos, como el jardinero de otoños,
Como el pájaro confundido entre los vientos de la noche.
Como el pájaro que va a la deriva,
Así volé buscándote entre nubes, así volé y
Fui por avenidas llenas de espanto, fui por calles cubiertas de
Escombros.
Así, aún a veces te busco
Y Creo encontrarte en ojos extraños.
Creo verte en mil rostros.
Creo oír tu voz que me llama. Es el viento.
Nunca estás. Nunca hablas. Nunca puedo encontrarte.
Siempre es el viento.

III

¿Hacia qué jardín del olvido partiste? ¿Hacia qué jardín?
Ven, apaga el fuego que arde en mi corazón:
Fuego. Lenguas de sueño. Olas amarillas.
Incendios. Cielo estrellado. Cielo estrellado.
Fuego que hace cenizas.
No te vayas, esperemos juntos el otoño.
Ven, ama los pájaros, no te vayas.
No te vayas, el mar también puede evaporarse
Como un pájaro de agua.


Percy Lúber Ipanaqué (Pucallpa – 1985) Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Piura. Ha publicado los libros: "Hostia Sideral" (2005) y "Los Apóstoles de la Muerte"(2007). Poemas suyos han aparecido en las revistas "Sietevientos". "Pensamiento Profano" y "Plazuela Merino".

viernes, 14 de noviembre de 2008

Sobre “ESTIGMAS DEL SILENCIO” de Henry Córdova Bran por Lúber Ipanaqué

LA POÉTICA DE LA REBELDÍA Y EL AMOR DEL HOMBRE HACIA LA HUMANIDAD

La sociedad es como un condenado que tiene el cuerpo marcado por horribles cicatrices en su piel, un condenado que se encuentra parado frente a un espejo y enfrentado a su realidad. Para terminar con esa condena tiene dos caminos al ver reflejado tanto horror: cerrar los ojos, quedarse parado y decir que es una alucinación o destrozar el espejo y caminar hacia la humanidad verdaderamente humana.

Al leer el libro “Estigmas del silencio” puedo decir que Henry Córdova, miembro del grupo literario “Plazuela Merino”, como parte de esa humanidad, sin lugar a dudas y con admiración, decidió el segundo camino y lo anda de un lado con Javier Heraud y del otro con Vallejo quienes van junto a él diciéndole “camina, camina, avanza tus izquierdas”, y en su caminar halló miles de hazañas, pero la más grande de todas, la gran tragedia y el adorado gozo, es el de amar la humanidad. Amó con el amor del hombre nuevo a los niños, amó a la amada toda Vallejo-pensativa-, amó al obrero explotado en las minas, amó al amigo bohemio, a la madre adorada, al señor de al lado, al burro orate, al perro militar, amó a sus hermanos caídos en Irak y a sus putas con angelical mano obrera. Y amó con una demencial rebeldía, con esa rebeldía que sólo un poeta incapaz de cegarse ante su realidad puede hacerlo.

Y es que el silencio de la humanidad ante tanta barbarie, el silencio de los pobres de Irak ante una guerra injusta, de los obreros explotados, de los niños sin futuro son una marca en el alma, son estigmas que el poeta lleva en el cuerpo, estigmas que jamás serán vistos por miradas comunes. Marcas como las de Cristo y las del Che Guevara, que son la misma persona, son imposibles quitárselas del alma. Henry Córdova entiende que esas son las heridas cicatrizadas con las que anda la humanidad. Pero así como ciertos animales suelen tener estigmas para poder respirar, así como las flores también suelen tener estigmas para poder fecundar, su poesía verso a verso, poema a poema manifiesta la esperanza de que esta sociedad cambiará, y el poeta cree de que hay que hacer algo para lograrlo. Y que mejor acto revolucionario y rebelde que el de las palabras, legión angelical de bellas palabras capaces de destruir el universo y construir aun muchos otros más.

La poesía de Henry Córdova, antes que meramente estética y formal, o experimental, es sumamente humana, para luego ser sustentada por un manejo de la estructura formal y estética del poema con buen dominio, a diferencia de muchos poetas que tan sólo se quedan en la palabra formal y el libro, olvidándose cuál es su fin como ser humano y como parte de esta sociedad, olvidándose de la vida vivida propia y de quienes giran alrededor suyo. La poesía de Henry Córdova es vital y profundamente filosófica.

La poesía siempre ha de servir como una herramienta para cambiar el mundo y destrozar el sistema, para revolucionarlo llegando hasta el fondo del alma como lo hace el poeta de “Estigmas del silencio”, en tiempos modernos donde la gente sólo se interesa en competir, en hacer dinero o “asegurar su futuro”. En tiempos donde nadie ama. Todos tienen miedo a amar, todos tienen miedo a hacer el amor, a procrearse, a extenderse, a discurrir si es que por medio no hay seguridad y dinero. Tiempos modernos, tiempos de tecnología de punta, tiempos esquizofrénicos: ¡Basura! ¡Pura basura! ¡Bien amada seas poesía!

Los versos de Henry Córdova son versos sociales, versos profundamente lacerados por el dolor y la pobreza, versos que se sublevan ante esta sociedad hipócrita y moralista. Versos que llegan a embriagarnos de nostalgia y amor, pero que jamás caen en el maloliente panfleto socialudo de la poesía comprometida.

Me atrevo a decir que la paciencia y la mesura por los que han pasado cada uno de los poemas de Henry Córdova, para ir corrigiéndolos, eliminándolos y recomponiéndolos, serán el preludio de buenos augurios literarios que sólo el tiempo sabrá juzgar, pero que según mi criterio –aun corriendo el riesgo del subjetivismo amigo -hermano (sobre todo camarada)- viene a ocupar un lugar representativo entre los poetas de la buena poesía piurana.

NOTA: Ojala César Mariat se anime a publicar su libro de una vez. Espero no se enoje por atreverme a hacer este comentario.

Lúber Ipanaqué
Integrante del Grupo Literario Plazuela Merino
Piura, 14 – XI – 2008

Último Paradero por Miguel Ildefonso


Luego de una visita a Chimbote, en donde di lectura junto a Jorge Terán, que presentaba su revista “Lhymen” número 5, y después de haber gozado con La Santa Sede, narrativa erótica de Chimbote, de Río Santa Editores (que incluye a destacados autores como Fernando Cueto), y de haberme enterado de cómo fue su presentación en el mítico burdel Tres Cabezas, cuyas fotos y crónicas están para el paladar en la revista “Los Zorros” número 7, que dirige Jaime Guzmán Aranda y Augusto Rubio Acosta; luego de ese ojedeano-arguedeano-verdepastel viaje hice otro no menos esperado.

Llegué al VII Encuentro Nacional de Escritores “Manuel Jesús Baquerizo” (5-8 de noviembre) en la ciudad de Huamanga, con la participación de reconocidos escritores como Oswaldo Reynoso y José Luis Ayala. También asistieron novísimos autores, tal es el caso del sanmarquino Lenin Solano Ambía (Lima, 1983), quien me obsequió su libro de relatos Carta a una mujer ausente: “…no pude dormir, estaba feliz, nervioso y ansioso por tocarla. Sin embargo, no debía desesperarme, la tendría el resto de mi vida y no quería ahuyentarla ahora. Amaneció. Salimos a las cinco y treinta de la mañana, muy nerviosos, mirando a todos lados. Tomamos un carro que nos dejaba a una cuadra de la agencia de Yerbateros. Apenas bajamos vimos mucha gente por los alrededores. Uno de los interprovinciales tenía una hoja pegada en su ventana donde decía ocho soles. El precio nos pareció cómodo y subimos apresurados y felices. Nos sentamos en la parte media del carro. Nuestros corazones latían apresurados y nuestras risas eran de felicidad y nerviosismo. La abracé fuertemente y dejé las mochilas en la parte alta. El carro encendió su motor y ahora sabía que con ese sonido de motor arrancando, empezábamos nuestra nueva vida.”

Se presentaron libros, entre otros: Indios dios runa. Antología poética del profeta del fuego, del poeta Efraín Miranda; estudio, selección y notas hechos por Gonzalo Espino Relucé. He aquí un fragmento del poema LB: “Cuando regreso:/ mi choza es prolongación del suelo,/ mis enseres son residuos,/ mis animales, mi tierrita/ yo,/ la miseria.// Otras realidades me contrastan,/¿dónde están ellos?/ ¿dónde estoy yo?/ Al parecerme lóbrego el espacio – un aviso/ de novia robada y viajes de astillas/ de madera cortada a las estrellas_/ dan razón reiterada de mi existencia/ perteneciente a mi existencia milenaria…”

Bajo el sol esplendente de Huamanga me detenía a leer poemas de algunos de los asistentes: “Y me decía taitalla Celestino:/Estos tiempos ya no serán nuestros/ han de cambiar de repente…/ Nuestros polluelos ya no temerán/ al atoq de abajo ni al aqchi arriba.// Y me decía mamilla Petronila:/ La tierra es fecunda/ el sol es para todos…/ Nunca siembres en diciembre/ ni te fíes de los blancos.// Y me decía taitalla Joselo:/ De palmo a palmo surcamos la carretera/ entendiendo por allí traer un poco de vida// Pero por allí/ a nuestros hijos se llevaron./ Por allí, sólo las muertes llegaron...” Poema Aurora tomaína de Alejandro Medina Bustinza “Apurunco” (Aimaraes-Apurimac):
“Árbol de acero lavado por la lluvia./ Dolor limpio y helado./ Maldad en tintura/ cayendo/ gota/ a / gota./ Así, este instante:/ Grillo cantor con alfiler atravesado”. Momento del poeta Ángel Gaviria (Mollebamba, Santiago de Chuco, 1953).

“Ahora veo tu sombra/ rosadamente turbia/ destrozada entre los rieles/ invadido por la droga del silencio/ los pájaros te gozan los sembríos/ y digo/ con toda la furia de saberte extraño/ que no es la hora de Rimbaud/ es el tiempo/ de engendrar la flor necesaria/ Lucho Hernández/ mi amigo inconfesable”. Lucho Hernández I.M. de Jorge Luis Roncal.

Ulises Valencia nació en Surquillo, Lima, en 1947 (“un poeta marginal de nuestro tiempo”, dice de él Julio Aponte), y es autor de los libros: Un abismo de luces, Intensidad, Estaciones, Rambla, Tiempo, Como el mar crece tu recuerdo, Nido de Sierpes, Lejos de todo. Del poemario Como una fiesta cogí al azar este poema: “Sabes de mi ser/ De mi existencia/ De mis torpes caídas/ De mis traspiés, por las sendas/ De la vida y el amor.// Pero a veces, con gran contento/ Noto que te engaño/ (O que me engaño) cuando creo/ Que aún no sabes qué sucede/ En mi pecho, adentro.// La vida:/ Tantos lugares desolados, donde/ Nos adentramos, para conocer/ El laberinto ciego, que nos pierde/ Y hace de nosotros/ Los seres sombríos, que ahora somos.”

Luego llegué a Huanta, me metí al mercado que olía a jazmines, violetas, geranios y margaritas, y quise comprarle hojitas de coca a una mujer sentada entre otras mujeres, pero no aceptó mi dinero. Solo era para trueque. Más tarde en la plazuela de Huanta, amarillito amarilleando, cogí el relato Destino de Vidal Navarro (“escritor representativo de la narrativa ayacuchana” nos dice Félix Gutiérrez Huamaní), que aquí transcribo un toke: “Al rato, la gente les concentraba en el cabildowasi del panteón, revolcándose en la tierra; jugando a momentos o sentados como gentiles en el poyo de los deudos, esperaban no sé a quién. Estamos cuidando la casa de mi mamá, contestaban a los vecinos que se asomaban. No volvían a comer el mote que les dejaba tu papá, no obedecían a la gente que venía a ofrecerles trozos de chankaka, pedacitos de queso. Aquí es la casa de nuestra mamá. Se aferraban. Lloraban a gritos si querían sacarlos a fuerza.// Recién cuando el sol se amostachaba, pintándose de rojo en las lomas de Sankis Muqu, no sé si de pena o no sé si de hambre, les escuchábamos llevar sus pasos por José María Gamboa. El escándalo de los chiwakus, el jolgorio de los jachanchurros se apagaban. Las piedras del camino, los arrayanes y los molles, al oírles, entristecidos se abrazaban al viento y murmuraban.”

Por Cinco Esquinas me fui yendo, amarillito amarilleando, pero quise volver al mercado, supe qué podría darle a la mujer con sombrero negro y flores de plástico, que hablaba solo quechua, que no aceptaba mi dinero, que no entendía mi castellano de Apolo en Lima, para que ella me de sus hojitas de coca. Lo supe de pronto, y ya solo quise volver corriendo… Y corriendo estoy.

Miguel Ildefonso
Noviembre, 2008.

Fuente:
http://sol-negro.blogspot.com/