Foto: Miguel Ildefonso.
TALARA
(Poemas en Prosa)
1
TALARA
(Poemas en Prosa)
1
El viento dice todo lo que dios no sabe decir, dice perro cuando duerme a mi lado, dice mar con sus barcos pesqueros, y las cosas esas que extraen petróleo, y las velas de los dueños del petróleo. El viento de Talara dice taximotos, pescadores, botes, pelícanos y gallinazos. El viento con su asiento de madera en este mirador apacible me dice que puedo respirar: botes en la pista, fantasmales niñas en short que van hacia la mar. Debo pescar, volar en los festines de los muymuys; pero veo botes en la pista, niñas que saborean helados de vainilla, olas que se rompen suavemente en la fría orilla.
2
Respirando las lanchas, la mar se pone lenta en su discurso de hundimientos. Aquí las empresas petroleras, los pedazos de sol en los ojos de los pescadores, los relojes de Dalí en sus sueños mullidos con el acero oxidado. Escribo sin saber que esta sombra es tan delgada como el tiempo.
3
Puede ser de ti, los juramentos del mar, el planeamiento del ave en su roca de cenizas. Puede ser del aire, mi pulmón agradecido, el transcurrir de mi sangre en esta tierra agostada con olor a pescado. Puede ser de aquel amor, fantasmal en la mirada al horizonte de brisa negra que ahoga a los peces desesperados que escriben en corales sus húmedas heridas y sus secas palabras sobre el dios de nadie.
4
Las aves negras de petróleo dan vueltas en el recodo. Mi corazón enclavado en los botes: un clavo lo sostiene del aire que sopla hacia el Este. Mi corazón carcomido por la sal y la desidia: un perro negro se despierta, bosteza, se estira. Solo tiene un ojo para ver el peso de una araña de mar en su mundo breve. Aquí quedan las palabras del pescador. Aquí en la arena se instauran los remos moviéndose hacia el Allá. Yo seré aquel ave, yo seré aquel difunto que vuela sin desear pisar tierra jamás.
5
Desperté en esta costa con una costra desprendida de la garganta; aun no podía gritar, las gaviotas me ayudaban. Caminé unos kilómetros tratando de saber si aquel desierto era real, los perros me ayudaban con sus aullidos. Ya casi era de noche, la arena tenía escrita la historia de los habitantes de este paraíso muerto. Me bebí el trago que me trajo un pescador. Lo que bebía me decía: ten de mí la nada de estos vacíos, el muelle de los desgarros, las fosas petroleras de los rascacielos / ten de esta playa la arena que pisa el tiempo, los plásticos que esperan reencarnarse en banqueros, el perro que lame su carnosidad / ten de este desierto un carro destartalado, llantas tiradas en la orilla del camino, llantos tirados en las puertas de las casas quemadas por el sol de Talara. (2009).
Miguel Ildefonso
"Camino a Talara".
Foto: Miguel Ildefonso.
"Agencia de transporte".
Foto: Miguel Ildefonso.
"Chica talareña y frutería al lado".
Foto: Miguel Ildefonso.
"Marinero en tierra".
Foto: Miguel Ildefonso.
"¿Dónde está el petróleo?"
Foto: Miguel Ildefonso.
"El perro y su sombra".
Foto: Miguel Ildefonso.
Detalle
Este jueves 23 de julio se presentará la novela “EL ÚLTIMO VIAJE DE CAMILO” de Miguel Ildefonso en la Feria del Libro.
Hora: 7:00 p.m.
Lugar: Sala José Maria Arguedas, Vértice del Museo de la Nación,
Av. Javier Prado Este 2465 - San Borja
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