Julio Ortega patrocinó a jóvenes narradores que presentaron sus textos en la 14ª Feria Internacional del Libro. Habla un crítico que ha hecho crítica a la crítica literaria.
- ¿Cómo defines a la nueva crítica en América latina?
- Ahora hay muchas formas legítimas de crítica ¿no? La crítica periodística, la crítica ensayística y la académica. Estas tres formas tienen una gran tradición y espacios propios. Lo que hace falta son los comentarios, reseñas, la crítica más inmediata. Como los medios de comunicación han perdido espacio para la cultura, últimamente, hay mucha producción literaria que no llega a ser reseñada. Y eso es terrible porque no se dan cuenta que la cultura es parte de la vida cotidiana.
- Eres un escritor que ha hecho crítica a la crítica ¿Hay una nueva crítica?
- Sí, claro, por ejemplo, en el Perú hay muchos jóvenes que se dedican a la literatura como reflexión a través de la profesión académica, es que van a ser profesores de literatura y ahora, la noción de ser profesor es también ser crítico literario de distinto nivel, puede ser muy académico y estudioso, pero también puede ser más ensayístico, puede recuperar la memoria literaria.
- La crítica es inherente a la literatura.
- Es cierto, acompaña a la literatura y se ha diversificado muchísimo. Es un espacio de lectura que no puede estar fuera de ella. En ese sentido, sí hay una crítica tanto como una literatura nueva. Muchos de los nuevos críticos son profesores aquí y en el extranjero. La lista es tan grande y sería injusto olvidarse de algunos. Por ejemplo, Peter Élmore, José Antonio Mazzoti, pero hay una segunda promoción que se ha formado acá y afuera.
- Ahora hay muchas formas legítimas de crítica ¿no? La crítica periodística, la crítica ensayística y la académica. Estas tres formas tienen una gran tradición y espacios propios. Lo que hace falta son los comentarios, reseñas, la crítica más inmediata. Como los medios de comunicación han perdido espacio para la cultura, últimamente, hay mucha producción literaria que no llega a ser reseñada. Y eso es terrible porque no se dan cuenta que la cultura es parte de la vida cotidiana.
- Eres un escritor que ha hecho crítica a la crítica ¿Hay una nueva crítica?
- Sí, claro, por ejemplo, en el Perú hay muchos jóvenes que se dedican a la literatura como reflexión a través de la profesión académica, es que van a ser profesores de literatura y ahora, la noción de ser profesor es también ser crítico literario de distinto nivel, puede ser muy académico y estudioso, pero también puede ser más ensayístico, puede recuperar la memoria literaria.
- La crítica es inherente a la literatura.
- Es cierto, acompaña a la literatura y se ha diversificado muchísimo. Es un espacio de lectura que no puede estar fuera de ella. En ese sentido, sí hay una crítica tanto como una literatura nueva. Muchos de los nuevos críticos son profesores aquí y en el extranjero. La lista es tan grande y sería injusto olvidarse de algunos. Por ejemplo, Peter Élmore, José Antonio Mazzoti, pero hay una segunda promoción que se ha formado acá y afuera.
- ¿Cuáles son las virtudes que debe tener la crítica literaria?
- La más importante para mí es el compromiso del crítico con el texto literario. La crítica no tiene que ser negativa ni destructora, menos opositora de lo que hay, debe ser más bien empática. Hay tanto bueno y no hay por qué ocuparse de lo malo. A veces hay críticos que actúan por mala fe o por disgusto. Cuando alguien escribe una crítica negativa, la mayor de las veces es por razones personales y cree que cuando demuestra entusiasmo, sucede que se demuestra débil, lo cual es absurdo. El entusiasmo es una forma de participación intensa y lo bueno debe tener más espacio que lo malo.
DETALLE
El escritor Julio Ortega opina que en el Perú hace falta una gran revista cultural a cargo de grupos de comunicación, así como hay sociedades que tienen una radio, una televisora o un diario.
28/07/2009
Fuente:
Diario “La Primera”.
- La más importante para mí es el compromiso del crítico con el texto literario. La crítica no tiene que ser negativa ni destructora, menos opositora de lo que hay, debe ser más bien empática. Hay tanto bueno y no hay por qué ocuparse de lo malo. A veces hay críticos que actúan por mala fe o por disgusto. Cuando alguien escribe una crítica negativa, la mayor de las veces es por razones personales y cree que cuando demuestra entusiasmo, sucede que se demuestra débil, lo cual es absurdo. El entusiasmo es una forma de participación intensa y lo bueno debe tener más espacio que lo malo.
DETALLE
El escritor Julio Ortega opina que en el Perú hace falta una gran revista cultural a cargo de grupos de comunicación, así como hay sociedades que tienen una radio, una televisora o un diario.
28/07/2009
Fuente:
Diario “La Primera”.
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