jueves, 4 de marzo de 2010

"LO FANTÁSTICO EN EL ARTE" POR PABLO NICOLI SEGURA.


“LO FANTÁSTICO EN EL ARTE”

Por: Pablo Nicoli Segura

La fantasía es la antesala de todas las realizaciones concretas; también es el grado superior de la imaginación. Una obra es fantástica cuando entraña “un hecho sobrenatural”, una irrupción de lo imposible en el mundo real.

La línea que separa lo fantástico de lo "maravilloso", lo "extraño, o lo "milagroso" es realmente estrecha y con facilidad estas tres formas tienden a ser confundidas; no obstante es nuestra opinión que de alguna u otra manera, lo fantástico tiende a englobar otras formas cercanas.

Lo fantástico puede causar, en un individuo, diferentes clases de reacciones: asombro, miedo, humor, deleite, etc.

El elemento fantástico puede estar presente, dentro de la obra, de manera substancial o parcialmente; entonces diremos es en parte o en todo fantástica. Así mismo si bien lo fantástico está considerado como un género específico (por ejemplo en pintura y literatura), este elemento puede estar presente a la vez formando parte de otros géneros no necesariamente fantásticos como podría ser en literatura: la narrativa policial (ejemplo: El cuarto ardiente-de J.Dickson C.).

Lo fantástico está presente, de alguna forma, en casi todas las artes, donde mejor se le identifica y parece desarrollarse; podemos entonces hablar de arte fantástico en escultura, teatro, literatura, pintura, música, cine y otras.

En el presente trabajo nos ocuparemos de exponer algunas ideas sobre el arte fantástico de los cuatro últimos ejemplos.

En literatura: el elemento fantástico ha estado presente desde mucho antes de la invención de la escritura; en forma de mitos y, más tarde, en leyendas orales transmitidas de generación en generación. Con el inicio de la historia humana - hace aproximadamente 5,500 años-, aparece también en textos religiosos; generalmente relacionados con fenómenos o acontecimientos celestes. Durante cientos de años lo fantástico constituyó parte substancial de la obra escrita. Con la invención de la imprenta y posteriormente con el auge de la ilustración (siglo XVIII) y las ciencias; lo fantástico queda relegado a un segundo plano. El hombre empieza a comprender su entorno y a explicar una serie de fenómenos naturales, antes considerados sobrenaturales, mediante el conocimiento aportado por la ciencia. En la etapa madura de la literatura (el romanticismo), lo fantástico parece resurgir nuevamente; esta vez desde una perspectiva diferente, con el simple afán de producir una sensación estética. El cuento; pero especialmente la novela, serán sus mejores medios de expresión. Podemos entonces a partir de ese momento hablar de géneros propios que incluyen mucho o algo de fantástico en: literatura de horror -al que parece estar ligada de una forma especial; quizá por la aproximación de los términos fantástico con fantasma-, de aventura, fantasía propiamente dicha, policial, ciencia-ficción etc.

Actualmente lo fantástico en la literatura, ha ido ganando algo del terreno que perdió de la antigüedad y ha esparcido su influencia en infinidad de escritos y escritores de enorme calidad literaria (El Retrato de Dorian Gray-Oscar Wilde, Los viajes de Gulliver-Swift, El Señor de los anillos-Tolkien) y una lista realmente interminable.

En cuanto al dibujo y la pintura fantástica podemos decir que, si bien algunos elementos considerados como fantásticos, están presentes en expresiones pictóricas desde el hombre de la cavernas, es recién desde la edad media y en especial desde el renacimiento que lo fantástico se manifiesta internacionalmente desde un punto de vista artístico (El Bosco, siglos XV al XVI).

En épocas modernas el romanticismo, primero, y después el surrealismo, este último basado en el mundo imaginario de los sueños, ofrecieron nuevos campos de experimentación en la temática fantástica; el pintor español Salvador Dalí, entre otros, creo escenas alucinantes con mucho de elemento fantástico. El belga René Magritte representó sorprendentes paradojas visuales. Más recientemente un peruano, Boris Vallejo, crea toda una mitología propia de seres musculosos y criaturas asombrosas que recrean la imaginación.

La música, una de las artes clásicas, es quizá la más problemática a la hora de reconocer el elemento fantástico dentro de su anatomía. Además dicho elemento está sujeto necesariamente a la "interpretación" -depende del sentir e imaginación de cada persona-, y no siempre, como ocurre así mismo dentro del arte abstracto en pintura, será identificada o reconocida como tal.

La música, en una u otra medida, nos hace evocar imágenes y sentimientos y si bien, no existe un género definido con respecto a lo que podríamos bautizar nosotros con el nombre de “música fantástica”, ciertas melodías pueden expresar o identificarse con lo fantástico y sobrenatural. Este último es el caso de la música que acompaña a las películas de cine de horror -o también podría ser en cine de aventura, fantasía, ciencia-ficción etc.-, las cuales escuchadas sin la cinta visual, pueden motivar una sensación que tenga relación con el elemento fantástico.

Determinados sonidos y melodías conocidas como trascendentales, de ensueño, universales, etc.; que generalmente son instrumentales o manipuladas por la tecnología, a través de mezcladoras y computadoras, pueden así mismo exaltar nuestra imaginación hacia una sensibilidad relacionada con lo fantástico.

El cine fantástico -muy ligado a la literatura fantástica-, es el género cinematográfico a los que se adscriben los filmes basados en seres, hechos y comportamientos de índole imaginaria, presentados con algunas dosis de irrealidad. Ya desde sus inicios (Viaje a la luna-George Melies 1902), con el cine mudo el elemento fantástico estuvo presente en escenas maravillosas (el mundo de las hadas), y películas generalmente identificadas mas con el género de horror, El gabinete del Dr. Caligari-de Wiene 1919, El Golem de Wegener 1920, Nosferatu-de Murnau 1922.

Con la aparición del cine sonoro, aparecen nuevos films fantásticos como Frankenstein -de Whale 1931, King Kong- de Schoedsack 1933 etc. A partir de 1950 empieza a ganar adeptos el cine de ciencia-ficción -con mucho de elemento fantástico implícito-, que culminaría en extraordinarios films como Odisea del Espacio 2001 -de Kubrich 1968 y la saga de la Guerra de las Galaxias -Lucas 1978. Así mismo otros autores como Buñuel, Fellini o Herzog, introdujeron visiones y elementos fantásticos en sus obras. Por otro lado las cintas de dibujo animado, explotan otros tantos temas fantásticos como fueron las producciones de Walt Disney, en películas como Blanca nieves y los Siete Enanitos -1937, Fantasía -1940, Peter Pan-1953 y Merlín el Encantador-1963. A partir de 1970 el cine fantástico vuelve a retomar los temas de horror, C. Ficción etc., en cintas como El Exorcista -de Friedkin 1973 y sus secuelas demoníacas. Volver al Futuro, El Exterminador, y la versión fílmica de la novela de Tolkien, El Señor de los Anillos.

En conclusión diremos que si bien el elemento fantástico ha estado presente en todas las artes, también, en alguna medida, lo ha estado en todo tipo de manifestación humana a través del tiempo. No siempre ha sido bien recibida y en muchos casos ha sido duramente perseguida y hasta desvalorizada. De esto ha tenido mucha culpa el sentido práctico, realista y poco imaginativo de ver el mundo, por parte de mucha gente; quizás olvidando que, como dijimos al inicio de este pequeño trabajo, la fantasía ha sido y es la antesala de todas las realizaciones concretas.

Arequipa - Perú

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