jueves, 29 de julio de 2010

“LOS POEMAS SONOROS DE PAOLO ASTORGA” POR ROY DÁVATOC.


“LOS POEMAS SONOROS DE PAOLO ASTORGA”

Por: Roy Dávatoc

El sonido, en física, es cualquier fenómeno que involucre la propagación en forma de ondas elásticas y pareciera que los poemas del libro DE LIMA A CHOSICA, de Paolo Astorga, fueran esa propagación de la palabra que transita junto con el hombre de la ciudad hacia un lugar parecido al abandono.Esta realidad parece un sueño, un mal sueño, hay ternura pero duele, pareciera indicar el poeta en su primer poema. Cito:

Cadáveres en ascenso,
niños sin espalda,
cráneos y cuerpos grises
estornudando alacranes.

Y es aquí donde el poeta se atormenta y quisiera preferir el desánimo, huir de Lima y sus señoríos, su preferido lugar donde nunca se encuentra; pero se resiste a pesar de los desmanes, a pesar de tener su verdugo y salvador en la misma mano y sin embargo se obliga a existir. Cito su poema III.

Nuestro dolor otra vez enfrentándonos al pecado de la vaguedad.
Es Lima, señores,
donde el olvido explosiona su sedante y existimos una y otra vez.


Pero el poeta también reclama, se desespera, espera, aclama; es esa nostalgia que envuelve a los que esperan, a los que lo dan todo y son invencibles, complemento. Cito un extracto de su poema IV.

He clavado mi maniquí-fetiche-Beatriz sobre la cruz más violenta y aún no soy un redimido.
No tengo emblemas, no hay nada sobe la carretera acostumbrada al secuestro y la desesperación.


Y es esta esperanza que obliga a elevar la voz para despertar a la carne, para desafiar y resistir, para surgir desde alguna ceniza. Cito parte de su poema VIII.

Ya no hay signos de una boca contra el mundo.
En este cielo que empapa las gargantas de mentiras y procreación, me he decido ser frágil neblina, nirvana de toques sin precio, una boca maldecida por la muchedumbre que carga sus bultos de felicidad comprados con esperma.


A partir de esta rabia contra una sociedad que enmascara los ánimos de un hombre, el poeta sufre, se cuestiona y aún así nos llena la cabeza de esperanza hasta que llegue el tiempo; somos la única salida, somos el suicidio. Cito:

Escapemos.

Mientras nadie nos crea
me perseguirá aún impenetrable
tu pureza



El hermoso búho que ya no nos seduce
será la visión del campo y de los trenes prohibidos



Y ya no sea sangre lo que brota de mis manos,
sino una luz hambrienta por pensarte en silencio.


Y como todo hombre la tristeza lo atrapa pero sabe llevar esa pena con ironía, toque que hace especial al poemario. Cito un extracto de su poema XII:

Soy uno más sobre la gran marsupia que desaparece las memorias y aún quiero escribir sobre lo que me aleja del éxito.

Mas en un lugar común, un hombre común, es parte de la podredumbre. El poeta quiere resignarse y se resiste porque a pesar de todo sabe esperar. Dice Paolo:

Este es el canto del júbilo ensayando tu regreso.

Aquí en Chosica
solo me queda el ultimátum de volver al tiempo sin retorno
y amanecer de nuevo entre árboles ausentes.


Es así, pues, que los poemas de Astorga en esta entrega viajan como el sonido, trasgrediendo todos los sentidos, viajando con el tiempo y contra el tiempo, despertando los ánimos y por qué no, invitando a nuevas formas de concebir y percibir la poesía. Sus poemas parecieran ser parte de alguna canción, como si fueran el soporte o el fondo de alguna melodía, como si fuera el ritmo que marca alguna marcha; una nueva manera de sentir la poesía, convivir con ella y disfrutarla.

Lima, 17 de junio de 2010.

Fuente:
http://roydavatoc.blogspot.com/

No hay comentarios: