“Año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas”
“ARGUEDAS ES EL PERÚ”
“ARGUEDAS ES EL PERÚ”
Por: Néstor Espinoza
El obeso y grotesco gobernante de los ricos y de las transnacionales de bandera china, española, chilena, yanaqui, que no gobierna para el pueblo peruano y con cuyo nombre no queremos infestar esta página, se opuso a la designación del 2011, como año del centenario del nacimiento de José María Arguedas, escritor cumbre del mundo andino y del Perú. Y el congreso, en sus alrededores aun de la medianía congresal y de la miseria política, consumó la obtusa oposición.
¡Qué felicidad!. ¡Qué buena suerte!. Esto no es una pérdida, sino una ganancia.
El año del centenario de nuestro gran amauta José María Arguedas queda libre del lastre y del manoseo de un gobierno podre, emergido, al caballazo, de la promiscuidad, la secta, el fanatismo y la banalidad de un partido politiquero supuestamente del pueblo.
Esto no es un agravio. Todo lo contrario. Agravio hubiera sido lo otro.
Con la designación de parte de un gobierno putrefacto, el año del centenario del nacimiento de nuestro escritor hubiera quedado encochinado para siempre y hubiese servido para el aprovechamiento y la panzuda pavonada, digna de conmiseración, de un megalómano metido en una banda presidencial de comparsa, la que, hoy por hoy, dado su total descrédito, nada significa. Y vuelto a la vida y de saberlo, José María Arguedas se habría disparado otro tiro en la sien.
José María Arguedas, el escritor que murió de amor no sólo por el Ande, sino que amó con visión ecuménica al Perú de todas las sangres, queda incólume y en el lugar que le corresponde a su alta nombradía literaria y humanísima, en su independencia frente al poder político y más aún, en este caso, frente a un poder político putrefacto. La podre oficial no le salpicará de su pestilencia. ¡Gracias apus nuestros!. Esto es lo que se lo pedíamos al poder y la fuerza de nuestros apus del Ande y de Andahuaylas. Y ellos nos han escuchado y han actuado, impidiendo que un gobierno enemigo de nuestras comunidades andinas se trepara al prestigio de dimensión cordillerana de nuestro taita José María Arguedas. Celebrémoslo, escritores del pueblo y pueblo peruano melenario. Nosotros estamos con Arguedas y Arguedas está con lo suyo, con su pueblo.
También deben de estar celebrándolo Melgar, José Carlos Mariátegui, César Vallejo, Carlos Oquendo de Amat, Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Manuel Gonzáles Prada, Abraham Valdelomar, Alberto Hidalgo, Manuel Escorza, Juan Gonzalo Rose, Luis Nieto, Javier Heraud, etc.
Para un gobierno de veras peruano, la declaración del 2011 como el año del centenario del “descubrimiento” de Machu Picchu habría implicado unirlo, por necesidad lógica, con el centenario del nacimiento de José María Arguedas, siendo éste uno de los más representativos escritores de la cultura andina, a la que pertenece Machu Picchu, como uno de sus colosales testimonios arqueológicos, admirado por el mundo entero. Más aún, estando de por medio el petitorio de tantos intelectuales peruanos y, sobre todo, del pueblo andino natal de José María.
Pero esto no pasa por la tozudez de quienes usufructúan del poder político con malas y pútridas artes.
Nos adherimos a la determinación y el llamamiento del Gremio de escritores del Perú (GEP) de declarar a este año como el año del nacimiento de José María Arguedas, en contrapartida a la arbitrariedad oficial y oficiosa. Por una sencilla razón: El pueblo es el que delega su poder, mediante el voto, al gobernante, para que éste gobierne a su favor y no en contra suya. Y sólo una mente enferma y nefasta puede creerse dueña de un país y contradecir y contrariar el sentir del pueblo y pretender imponer su capricho personal por encima de la colectividad.
¡Con la palabra quechua “ kachkarinaqmi “, que significa “sigo creciendo”, resumamos el ser y el existir de Arguedas, entendiendo también, por extensión, aquel término, como “sigo siendo”, porque sólo el ser crece. Arguedas, de niño, vio el racismo y la discriminación a los indios por los taitas. Y él mismo, ya una vez en Lima, como escritor y antropólogo, tuvo que luchar agonalmente contra el racismo, el insulto a los serranos y el desentendimiento del mundo andino por los criollos. Y siguió creciendo. Y, paradójicamente, aun después de muerto, sigue luchando por seguir siendo y seguir creciendo, contra la pretendida lapidación oficial a su ser y existir. Entonces, la propuesta arguediana es la lucha, con la pluma y el puño, por la afirmación de la identidad andina, junto a las demás identidades del Perú de todas las sangres, que no es una utopía arcaica , sino la más bella utopía posible. Porque Arguedas ya no está solo. Arguedas está con su pueblo y con nosotros los escritores del pueblo, que decimos también con fervor peruano :! kachkarinaqmi!
¡2011 , Año del centenario del nacimiento de José María Arguedas! ¡Y al tacho, la arbitrariedad oficial! ¡Arriba Perú!. ¡Arriba José María Arguedas!. ¡ kachkarinaqmi!. ¡Qampis gamchi kallanki, nóqapis nóqami kallá!
Néstor Espinoza
(Periodista )
Papel de viento, ¡pasa!
Pluma de carne, ¡pasa!
Avisa a todos los compañeros, ¡pronto!
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