"EL ARTISTA FINGIDOR"
Por: Oscar Brando
Éste es un libro importante de crítica literaria. El tema que se propone forma el núcleo selecto de los temas en torno a los cuales gira hoy la crítica; el autor está preparado y documentado para abordarlo; lo hace casi siempre con elecciones atinadas y escritores que conoce bien.
En el año 1968 Roland Barthes, en el apogeo de la crítica estructuralista y el "giro lingüístico", decretó "la muerte del autor". Barthes entendió que la categoría de autor, un personaje moderno, desaparecía en la escritura, ese lugar neutro, compuesto, oblicuo en el que el autor resignaba su identidad. El nacimiento del lector se pagaba con la muerte del autor. Para rematarla, al año siguiente Michel Foucault pronunció su conferencia "¿Qué es un autor?", centrada en la frase de Samuel Beckett "¿qué importa quién habla?". También Foucault se refería al borramiento de la individualidad del autor.
Julio Premat (Buenos Aires, 1958), argentino doctorado en Literatura en París y profesor en una de sus universidades, plantea en Héroes sin atributos la posibilidad de una crítica que, dejando atrás el "giro lingüístico" se adapte a los nuevos aires de un "giro subjetivo". En ese sentido rehace la categoría con la expresión "figuras de autor" y, luego de aclarar que no se trata de resucitar el antiguo concepto de autor, precisa que la noción tiene que ver con una búsqueda de sentido, con la construcción de una intencionalidad asentada en una especie de "ilusión biográfica". Con seguro dominio de la teoría literaria y de conocimientos del campo del psicoanálisis, Premat se propone la relectura de un conjunto de escritores argentinos muy destacados, revisados a la luz de esta teoría.
Entonces se advierten los aciertos y las debilidades, no tanto de la teoría sino de su manejo de los autores. Con Witold Gombrowicz, Macedonio Fernández y Osvaldo Lamborghini, quizá los escritores en los que la teoría podría tener mejor rendimiento (porque sus ficciones de autor parecen muy fuertes), Premat se pierde en lugares comunes con aires de difíciles pero no dice cosas reveladoras. Con Jorge Luis Borges, casi inventor de esa criatura que es "Borges y yo", tiene que esforzarse por buscar un sesgo original y lo consigue. Extrañamente los puntos más altos, excelentes, están en dos autores esquivos a esta teoría pero que Premat ya estudió en varias oportunidades y conoce al dedillo: Juan José Saer y Antonio Di Benedetto. Estos capítulos son un placer de intensidad, manejo fluido de la obra, sólida exposición. Con más y con menos, el libro hace un aporte nada común a la actualización de la crítica literaria e incluye una bibliografía envidiable.
17/10/2009
Fuente:
Diario “La Nación”. ADN Cultura.
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