domingo, 22 de mayo de 2011

POEMAS DEL LIBRO "LA MUERTE TIENE LOS DÍAS CONTADOS" DEL POETA CHILENO MARIO MELÉNDEZ.

Mario Meléndez.
Laberinto ediciones.
Ciudad de México, febrero 2010.

POEMAS DEL LIBRO "LA MUERTE TIENE LOS DÍAS CONTADOS"
DEL POETA MARIO MELÉNDEZ

Desde cuidad de México nos llega vía e-mail una selección de textos del poemario "La muerte tiene los días contados" (Laberinto Ediciones, 2010) del poeta y ensayista chileno Mario Meléndez. Desde aquí saludamos y felicitamos al vate por su gran empeño y constancia de seguir escribiendo y publicando “más poesía”, quizás, con el único propósito de hermanarnos y acercarnos más con ella. (C. P. Q).

A continuación, compartimos unos cuantos poemas de éste, su último libro:

LA MUERTE TIENE LOS DÍAS CONTADOS
Mario Meléndez

La muerte pidió que la cremaran
y esparcieran sus cenizas
sobre todos los vivos

TRES KILOS PESÓ LA MUERTE

Cuando nació la muerte
nadie quiso tomarla en brazos
era tan fea como las gordas de Botero

No durará mucho
dijo la madre al salir del parto
tan resignada y ausente
como una piedra en medio del temporal

Pero la muerte traía en los ojos
una luz endiablada
un dulce escalofrío de eternidad

Se equivocaron los médicos
y la matrona
y aquél que pasó la noche
llamando a la funeraria

Ahora es un bebé robusto
comentan las enfermeras
y a veces hasta Dios le cambia de pañales

AUTORRETRATO DE LA MUERTE

Qué puedo agregar de mí
que no se haya dicho o escrito
o publicado por esa manga de reporteros
parados noche y día en las afueras del cementerio
subidos en las cruces
escondidos en los nichos vacíos
atrincherados en la fosa común con sus cámaras hambrientas
para ver si me atrapan en algo poco digno
o consiguen una instantánea de mi esbelta anatomía
o se llevan la exclusiva de mi rostro al despertar
saliendo de ese féretro que parece congelador
o tomando el sol en traje de Eva
recostada sobre la tumba de mi madre
Qué puedo agregar de mí
que los gusanos no aclararan en su momento
que Chagall no tuviera en mente
mientras colgaba detrás de su tela
o esas moscas que acompañaban los restos

de Baudelaire no hayan hablado en la sobremesa
o el fantasma de Vallejo no haya previsto
en esa noche de aguacero
Qué puedo agregar de mí
salvo que he sido feliz en los campos de batalla
aconsejando a los suicidas
mientras se miran al espejo por última vez
visitando a los enfermos terminales
tomando la palabra en el entierro de Cervantes
cargando el ataúd de Miguel Ángel o John Lennon
probándome el pijama de Mandela
Qué puedo agregar de mí
si cada letra de mi loca biografía
la escribirán ustedes tarde o temprano

LA MUERTE QUISO SER RIMBAUD

La muerte quiso ser Rimbaud
y sentó a la belleza en una silla eléctrica
Me falta práctica
comentó a un medio local
pero esperen a que reciba la enciclopedia de oro
Poetas del más allá
con Whitman a la cabeza
y ese loco de Artaud que ahogaba a las palabras
en agua bendita

Verán como en semanas manejaré la pluma
me llamarán la nueva Rimbaud
la vedette que todos esperaban
Mientras tanto
llevaré a la belleza de compras
le diré que todo fue un mal entendido
Ojalá y no me haga la cruz por igualada

LA MUERTE LLEVA UNA CAMISA DE FUERZA

La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Artaud
o con la sombra de Panero
y la cargaron en andas hasta el viejo sanatorio
de Las tres hormigas
Ahora pasa los días esperando a Godot
o a Picasso o a un triste marinero
que le corte las amarras con los dientes
Lo que ella quiere en verdad
es lanzarse en paracaídas desde un décimo piso
o arrojarse en alas delta desde la torre Eiffel
mientras es fotografiada por Man Ray
o el mismísimo Tunick
Pero odia aparecer en las revistas
o en algún calendario de moda
Prefiere tomar el sol en traje de Eva
en una playa exótica, con una botella de ron
y la brisa desgastando su anatomía
La muerte lleva una camisa de fuerza
la confundieron con Dios
o con el loco de su hijo
ése que divaga por las calles
con una lanza en el costado

LA MUERTE HABLÓ CON SU ÁNGEL DE LA GUARDA

La muerte está embarazada de mí
tiene tres meses, me dice

Tú estás loca, le respondo
te acuestas con medio mundo
desde el principio de los siglos
y me quieres encajar la criatura

Piensas que soy idiota, acaso
o que me falta un tornillo

Espero un hijo tuyo, me insiste
con los ojos llorosos
crees que jugaría con algo tan serio

Déjate de tonterías, le contesto indignado
ese niño es de Dios y tú lo sabes

IMPRESIONES SOBRE EL LIBRO:

“¡Caramba! Hace tiempo que no leía un texto que se sostuviera por si solo”.

Nicanor Parra
Poeta chileno 

“Por fin un poeta le quita el velo a la muerte y la hace dialogar con nuestro tiempo. En las páginas de este libro el lenguaje fluye sin imposturas, no exento de ironía y cotidianeidad. Es una plática al interior de nuestra cultura que abarca la literatura, lo social y los evangelios apócrifos a través de Juan Bautista. Su lectura no dejará impávido a nadie… En fin, La Muerte tiene los días contados es un volumen imprescindible para la poesía hispanoamericana de hoy, pues luego de tanta experimentación con respecto a este tema que según Heidegger resumiría todas las angustias existenciales del ser humano, aquí se le da un vuelco de tuerca, necesario por su desacralización y contingencia.”

Francisco Véjar
Santiago de Chile, abril de 2011

“Abro al azar el volumen La muerte tiene los días contados, del joven Mario Meléndez, quien por arte de Su Majestad el Azar nació en Chile, casi en el fin del mundo, como también sucedió con el autor de estas líneas fraternas, y descubro que aquí también respira con luz propia y palpitante, el milagro de la otra voz. Es decir, la creación auténticamente poética, desde la fortuna del título de este libro. Dicho de otro modo: ten cuidado, muerte, y nunca olvides que estás a punto de morirte una vez más. Cuando así suceda, la vida dará un largo grito de júbilo, y ella y nosotros habremos resucitado…”

Hernán Lavín Cerda
Ciudad de México, 13 de mayo de 2011

SOBRE EL AUTOR:

Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Autocultura y juicio” (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), “Poesía desdoblada”, “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas “Other Voices Poetry” y “Literati Magazine”. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Actualmente vive en Ciudad de México, donde realiza talleres literarios y diversos proyectos culturales. A partir del 2011, dirige la colección Poetas Latinoamericanos en Laberinto ediciones.

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