martes, 10 de enero de 2012

“EGO” DE MIRIAM R. KRÜGER POR MIGUEL ILDEFONSO.



“EGO” DE MIRIAM R. KRÜGER

Por: Miguel Ildefonso

« Ego » de Miriam R. Krüger, publicado en 2011 en Luxemburgo, donde radica la poeta peruana,  reúne un conjunto de poemas en español y traducidos al francés, italiano e inglés. El libro está “Dedicado a todas las mujeres víctimas de violencia.” Cuenta con una fotografía en la portada hecha por la autora, así como con sus propios dibujos al interior. Sobre el poemario el poeta y crítico literario Miguel Ángel Zapata ha escrito a modo de prólogo:
 Las Orquídeas y los Sueños de Miriam R. Krüger
 En la poesía de Miriam R. Krüger reaparece con frecuencia el referente de lo cotidiano y la máscara del nombre. Cada poema es un descubrimiento, un vuelo por la sencillez, los espacios y el deseo de encontrar siempre el idioma preciso en cada textura. Es siempre el mismo engaño de la lirica transparente, ya que detrás de cada cristal siempre hay una complejidad que nos aterra, y se requiere de una relectura minuciosa para poder ver más allá de la primera contemplación. El sentido es directo y las cosas se nombran y se explican sin aspavientos. En poesía es difícil ser prístino y oscuro al mismo tiempo. Pocos lo han logrado. Vallejo es uno de ellos: es sol (pugilato de piedras, lucidez), oscuridad (tiempo, desquicio humano, esperanza en la palabra poética), y tiempo humano irreverente en sus poemas europeos. San Juan de la Cruz podría ejercer ambos espacios sin dificultad: es decir, llegaba a despertar la emoción por lo divino en el lector, y al mismo tiempo abría una brecha de sombras inauditas. Fray Luis es también el poeta de la transparencia y la complejidad. Su música es leve pero suena debajo de una espesa lira. En los mejores poemas de Alfonsina Storni se puede sentir esa respiración difícil de la metáfora pero también el verso directo y el adjetivo no rebuscado. La rusa MarinaTsvetaeva ratifica este ejercicio dual: “Me gustaría vivir contigo/en algún pueblo pequeño/en un crepúsculo sin final/ entre el interminable sonido de las campanas”. Cada palabra tiene un sentido múltiple e infinito: pueblo, crepúsculo y campanas. Largo de explicar acá en este breve espacio.
Entonces lo que importa en realidad es cómo se va construyendo el resto del poema, y cuál es el arquetipo del corte final. Es lo que hace Nicanor Parra: el poeta chileno parece que al comienzo escribe un poema muy sencillo, fácil de leer, hasta por momentos grotescos o graciosos, pero mientras el lector se sumerge en el poema se encuentra con la profundidad de su voz original. Es difícil ser claro y oscuro en poesía, pero me parece que esta combinatoria es esencial en la poesía de altos vuelos. Miriam R. Krüger opta por utilizar una máscara, y al mismo tiempo escribe poemas de aparente sencillez: “En mis labios/ hay un nombre que cuelga….”, dice en un poema. Sus poemas son puentes levadizos, versos breves que están en una búsqueda constante, y que desean vislumbrar las esferas de la precisión, de ese ritmo y esa forma que rodean sus primeros cantos. Esto le permite decir por momentos que lo que escribe no es poesía, estableciendo de esta manera una autocritica a su propio trabajo poético. La poeta desea construir un juego de palabras, jugando con la vida y la muerte que después de todo es el acto sublime de la escritura: “Soy como una pieza/ que no encaja en su lugar”, confirma este descontento y el deseo de vivir el instante como si fuere el ultimo. La máscara funciona con su alter ego, y lo que no se dice niega totalmente adrede la posibilidad de ser en el poema. Sus poemas van transcurriendo en busca de un crepúsculo, de una puerta, de una orquídea lila colocada junto a su corazón, para que escuche el nuevo devenir de sus palabras.
 He aquí tres poemas. (M. I.)
 ASESINA
 Hace temblar mis acentos
Asusta mis signos de admiración
Hace un sorteo cruel con la terminación de mis verbos
Mis adjetivos inquieta creando cualidades nuevas.
Siempre ahí acechándome
Hace transpirar la tinta de mi lapicero
Se mete en mis líneas
Las acosa, las persigue, no las deja libres
Sembrando la duda
Creando el pánico en mi juego de palabras.
De golpe viene y azota mis liras
No tiene compasión
Dice que amigas podemos ser si me dejo dominar
No puedo escapar de ella
Se desliza en mis poemas
Como si fuera seda.
Una asesina que ronda mi escritura
…la ortografía.

YO NO NACÍ PARA POETA

Yo no nací para poeta
Apenas sé escribir
Mis líneas no tienen la magia de Alfonsina Storni
Mis versos no tienen la fuerza de César Vallejo
Mis liras no tienen la osadía de Arthur Rimbaud
Mis rimas no tienen el romanticismo de Gustavo Adolfo Bécquer.
Yo no nací para poeta
Mi lenguaje es tan simple
Como una margarita de primavera
No sé usar palabras complicadas
Sólo sé usar palabras básicas
Palabras primitivas
Palabras que siento aquí en el alma,
No sé ser sofisticada
Peco de tanta simplicidad
Que parece que no tengo estilo.
Yo no nací para poeta
Soy tan normal y sencilla
Que falta elegancia a mis líneas,
Las palabras rebuscadas
No tienen cabida en mi poesía.
Yo no nací para poeta
Pensé que fortuna hablar tantos idiomas
Pero irónicamente
Mi escritura tiene un acento extranjero
Al final me pierdo entre tantas lenguas
Creo palabras nuevas,
Mis acentos son como gotas de lluvia
Que no siempre caen dentro de la boca.
Yo no nací para poeta
Sólo intento expresarme
No me gusta reprimirme
Detesto callarme
Escribo y escribo sin parar
Es en mí una necesidad
Como respirar algo tan natural,
Con suerte alguien lee mis líneas
Me ilusiona llamándome poeta.
Yo no nací para poeta
Y esto definitivamente no es un poema.

LABIOS

En mis labios
Hay un nombre que cuelga,
Los muerdo para no decirlo
Paso mi lengua
A ver si me lo trago.
Pero siempre ahí
Quemando.
Pero no te voy a decir
El nombre que cuelga
De mis labios.

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