Mario Benedetti, un querido poeta comprometido.
Entre 1938 a 1941 radicó en Buenos Aires, en 1945 ingresó al equipo de redacción del semanario “Marcha”, donde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry. Desde entonces, se convirtió en un poeta exiliado habiendo radicado en el Perú. Finalmente, decidió vivir en España, donde escribió lo mejor de su literatura.
Para Benedetti escribir y ser un activista intelectual era lo mismo; es decir, crear y al mismo tiempo pensar en modificar la realidad, por eso dijo: “No creo que haya en esto una contradicción, porque la política es también una forma del amor (aunque no viceversa). Hay que aventar cierta mentirosa imagen que suele presentar al luchador político como un ser tan riguroso en su disciplina, que es incapaz de amar como cualquier hijo de vecina, e incluso a la hija del vecino, sobre todo si está bien de piernas e ideología. El amor no es un artículo suntuario, sino una necesidad vital del ser humano. Y no pensamos avergonzarnos de semejante realismo”.
Laboró como crítico de teatro y fue codirector de la página literaria semanal Al pie de las letras en el diario “La mañana”, derrochó humor en la revista “Peloduro”, escribió crítica de cine en “La Tribuna Popular”. Regresó a Cuba y participó como jurado del concurso Casa de las Américas, viajó a México y participó en el II Congreso Latinoamericano de Escritores.
Escritor fecundo, su universo literario abarca varios géneros como cuento, ensayo, crónica literaria, novela, sus más importantes libros de poesía son: El mundo que respiro (2001), Insomnios y duermevelas (2002), Inventario tres (2003), Existir todavía (2003), Defensa propia (2004), Memoria y esperanza (2004), Adioses y bienvenidas (2005), Canciones del que no canta (2006), Testigo de uno mismo (2008).
DETALLE:
Mario Benedetti nació el 14 de setiembre de 1920 en Paso de los Toros (Uruguay). Falleció a los 88 años (17 de mayo), fue ante todo un poeta militante de izquierda.
Después de radicar en su ciudad natal, sus padres se trasladaron a Tacuarembó y luego a Montevideo. A los cuatro años (1928), inició sus estudios primarios en el “Colegio Alemán” de Montevideo, de donde fue retirado y pasó al “Liceo Miranda”. Enseguida estudió en la “Escuela Raumsólica de Logosofía”. Sus estudios secundarios los realizó en el “Liceo Miranda” y de modo informal.
Después de radicar en su ciudad natal, sus padres se trasladaron a Tacuarembó y luego a Montevideo. A los cuatro años (1928), inició sus estudios primarios en el “Colegio Alemán” de Montevideo, de donde fue retirado y pasó al “Liceo Miranda”. Enseguida estudió en la “Escuela Raumsólica de Logosofía”. Sus estudios secundarios los realizó en el “Liceo Miranda” y de modo informal.
Entre 1938 a 1941 radicó en Buenos Aires, en 1945 ingresó al equipo de redacción del semanario “Marcha”, donde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry. Desde entonces, se convirtió en un poeta exiliado habiendo radicado en el Perú. Finalmente, decidió vivir en España, donde escribió lo mejor de su literatura.
Para Benedetti escribir y ser un activista intelectual era lo mismo; es decir, crear y al mismo tiempo pensar en modificar la realidad, por eso dijo: “No creo que haya en esto una contradicción, porque la política es también una forma del amor (aunque no viceversa). Hay que aventar cierta mentirosa imagen que suele presentar al luchador político como un ser tan riguroso en su disciplina, que es incapaz de amar como cualquier hijo de vecina, e incluso a la hija del vecino, sobre todo si está bien de piernas e ideología. El amor no es un artículo suntuario, sino una necesidad vital del ser humano. Y no pensamos avergonzarnos de semejante realismo”.
Laboró como crítico de teatro y fue codirector de la página literaria semanal Al pie de las letras en el diario “La mañana”, derrochó humor en la revista “Peloduro”, escribió crítica de cine en “La Tribuna Popular”. Regresó a Cuba y participó como jurado del concurso Casa de las Américas, viajó a México y participó en el II Congreso Latinoamericano de Escritores.
Escritor fecundo, su universo literario abarca varios géneros como cuento, ensayo, crónica literaria, novela, sus más importantes libros de poesía son: El mundo que respiro (2001), Insomnios y duermevelas (2002), Inventario tres (2003), Existir todavía (2003), Defensa propia (2004), Memoria y esperanza (2004), Adioses y bienvenidas (2005), Canciones del que no canta (2006), Testigo de uno mismo (2008).
DETALLE:
Con los miembros del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, en 1971 fundó el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, agrupación que pasó a formar la izquierda uruguaya.
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