miércoles, 7 de marzo de 2012

“4 POEMAS COYUNTURALES” DE MIGUEL ILDEFONSO.



“4 POEMAS COYUNTURALES DE MIGUEL ILDEFONSO”

Colonia

Nietzsche
Contrajo sífilis
En Colonia
Entonces murió
Dios
Reflejado en el Rin
Entre las barcas
El frío de ese cielo plomo
De algún ave
Extraviada
Nietzsche
Recogía las hojas
De colores de esos árboles
Un otoño
Callado
Entre la gente
Que esperaba a que
Pase la crisis
Dios se miraba
En las vitrinas
De las panaderías
De los restaurantes
Esperando
Un mendrugo
No quería entrar
A la vieja catedral
Gótica
Dios no creía
En sí mismo
Nietzsche lo vio mal
Lo vio
Sentado en una antigua
Taberna
A diferencia de los demás
Él lo reconoció
Rápidamente
Vamos, le dijo a Dios
Y enrumbaron
A un burdel
Que no estaba tan lejos
De allí
Caminaron callecitas
Doblaron peluquerías
Tiendas caras
De ropa
Dios se metió
Con una linda muchacha
Se tardó pero
Luego salió con mejor ánimo
Vio a su amigo Nietzsche
Y sintió un poco de pena
Por él
Dios no contrajo nada
Nietzsche creyó que sí


La Gracia Salvadora

Dejo en potestad de dios
Mi cuerpo
Que desaparecerá
Mis poemas
Que desaparecerán

Escucho
Una antigua canción andaluza
Cuando se fabricaba a dios
Con caballos
Espadas que hasta hoy
Viven en reliquias

Me duermo un rato
Para ver qué sueño hoy
Sueño con una muchacha
Que no me ama
Sueño con una ciudad
Que habla
Un idioma desconocido
Sueño que los marcianos
Invaden la tierra
Sueño que una inmensa ola
Está a punto de aplastarme
Allí despierto

Dejo en potestad de dios
Mis recuerdos de infancia
La máquina de coser
Que tenía mi madre
El primus
Que a veces ardía
Con su llama azul
Le dejo a dios
Mi primer amor
Que era como de cine mudo
Le dejo mis canciones favoritas
Que aún se tocan en las radios

Y si dios también
Llega a desaparecer
Te dejo
Este poema
Como constancia
De mi fe


Bar Cordano (Ottava Ripresa)

Ella estaba presa
En Santa Mónica
Se llamaba Rosa
Tersa
En su celda las noches
Las movía
Como cajita musical
De Chopin

La Ripresa
Luego salió libre
Y me fue a hallar
En el bar Cordano
Cuando yo bebía
Una Cristal de 7 soles
Era un 1 de marzo
(hacía hora para el homenaje
a Chacho Martínez)
el sol
era el mismo que entraba
entre los barrotes de su celda
también era el mismo
que había
inventado su nombre:
Rosa
Rosa

¿Por qué nunca me fuiste
A visitar? Me preguntó

Sí fui a verte, le dije
Pero era en mis sueños
Doblaba los duros barrotes
Y entraba a tu celda
Y te despertaba
Tocándote tus muslos
¿No sentías acaso?
Sí, dijo Rosa

Entonces hacíamos el amor
Como dos seres
Extraños
Dos patas que se hubieran
Conocido por ejemplo
En El Dragón de Barranco
Y se fueran
Por ahí a tirar

Eso es el amor
Eso es la libertad

Tú no me necesitabas
Para gozar
Las estrellas estaban ahí
En esa bóveda infinita
En el techo
De esta celda infinita
Que nos tiene prisioneros
De las palabras


Los Hijos de Adán

Tu hermano Caín
Está bien caín
Brota
De su pecho
Una flor
Porque está enterrado
Ahora
En esta tierra
Que fue alguna vez
Un paraíso

Tu hermano Caín
Tenía todo el dinero
Para ser feliz
Pero quiso algo más
El amor
La arrogancia de dios

¿Qué fue de ti?

Dios inventó otro mundo
Para ti

El paraíso quedó
Para Caín

Pasaron arcas
Pasaron tablas
Pasaron cruces

Una tarde
En el bar Cordano
Te encontraste
Con tu hermano
Él apenas
Tenía para una cerveza
Porque allí es un poco caro todo
Vienen gringas
A sentar sus caderas
En las viejas sillas
Y por eso
Hay que pagar el doble

Pero te decía
Que viste a tu hermano
Casi lo desconociste
Lo primero que hizo
Fue preguntarte
Por dios
Y como tú eres sincero
Le dijiste que había muerto
Ya hacía varios lustros
Sospechabas
Que fue en las fechas
En que Baudelaire escribía
Las Flores del Mal

Tú invitaste
Las demás cervezas
Tú te emborrachaste
Más que Caín
Y él fiel
A su señal en la frente
Te dejó
Durmiendo en la mesa

Ahora también
Estás caín

Ahora sabes que el paraíso
No era gran cosa
Que dios como todo padre
Te da la vida
Te cuida
O te patea
Y al final se va

Abel
Abel
¿Qué has hecho
De tu hermano?

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