WILLY GÓMEZ MIGLIARO: “SOY UN SOBREVIVIENTE”
Por:
Nivardo Cordova Salinas
Lírico puro (Hipocampo, 2017) es el nuevo libro del poeta peruano Willy
Gómez Migliaro (Lima, 1968), y que fue presentado el viernes 21 de
julio en la AntiFil.
Después de una primera lectura de Lírico puro, nos
queda esta sensación: el poeta vuela como un ángel reciclador: lleva un
triciclo de objetos-palabra, de universos-paisajes. A su manera, pretende
ordenar el caos, caminar entre las esquirlas de un país que sigue estallando,
pero tiene que bucear entre los escombros, debe cranear con
cabeza fría, necesita decir lo que ve, como una cámara de video en movimiento.
Documentar la realidad exterior y la procesión que va por dentro. Está sacando
bien, sacando todo…
Sirve de algo movernos
aunque se abren más portones de almacén
sueldan chapas levantan rejas reducen autos
adentro todo es inclasificable afuera
los mismo redondos filos de tarros de leche
aunque se abren más portones de almacén
sueldan chapas levantan rejas reducen autos
adentro todo es inclasificable afuera
los mismo redondos filos de tarros de leche
Detrás del artista está el drama. “Soy un
sobreviviente”, nos dice mirándose a sí mismo. Dispara a boca de jarro: “Tuve
un infancia muy difícil. Mi padre era obrero gráfico. Era una gran persona,
igual que mi madre. Son mis dos grandes influencias, ¿entiendes? Pasamos
pobreza, hambre, necesidades, esas cosas que te quedan muy marcadas. Siento que
ese sufrimiento ya pasó… pero me queda el dolor”, expresa.
La radio canta heridas
reproduce sangre
Los últimos meses, nos cuenta que ha estado
viajando mucho: España, Italia, Ecuador, donde su libro Construcción civil
obtuvo un premio importante. “Gracias a la poesía y mis libros, he podido
viajar. Pero te confieso que todo eso me estaba mareando demasiado, me estaba
haciendo perder el centro. He tenido que hacer un alto a todo ello, buscar
silencio, regresar a mí mismo”.
Durante la presentación del libro, el crítico César
Pineda Quilca, afirmó que el autor sintoniza con el caos actual del país. Sí,
es una poesía que confronta, que desenmascara, que revela el lado oscuro del mal llamado milagro peruano, donde por ejemplo la informalidad, la explotación
laboral, la industria de la falsificación y el crimen organizado a veces visten
de saco y corbata, donde incluso la alienación se desborda y la violencia
social impera en todas sus formas.
Pineda señala que la poesía de Gómez incluso
llega a estar tan vinculada con la realidad, con su ácida denuncia de la
explotación laboral, tal como se ha visto en hechos recientes como el
incendio en un almacén de Las Malvinas, donde fallecieron dos jóvenes que
trabajan encerrados con candado: “aunque se abren más
portones de almacén / sueldan chapas levantan rejas reducen autos
/ adentro todo es inclasificable”.
Estuvo además el editor de Hipocampo, Teófilo
Gutiérrez, muy contento por el “regreso” del poeta a la casa editorial. “Nos
conocemos hace muchos años con Willy”, afirma. En la mesa de presentación
estuvo también Franco Osorio-Antúnez de Mayolo Paredes.
Con mucha razón, el
crítico Javier Agreda ha
dicho: “La suya es una poesía reflexiva y hermética, trabajada con mucho rigor,
creatividad y lucidez. Todas esas cualidades le han ganado reconocimientos
como el Premio Hispanoamericano de Poesía Festival La Lira, otorgado a su
poemario Construcción civil (2013),
´el mejor libro de poesía en lengua española publicado durante el bienio
anterior´, según el veredicto del jurado (…) Se trata, sin duda, de uno de
los más interesantes y valiosos proyectos poéticos de la literatura peruana
actual.”
Romper orillas con picos hacer
surcos y jalar
la maquinaria pesada parece juntar piedras…
la maquinaria pesada parece juntar piedras…
En los versos de Lírico puro aparece,
bien caleta, todo este caudal de recuerdos y sensaciones
fijadas y reveladas como en un daguerrotipo: Los motores de combustión
interna drenan agua fría…
¿Poeta de la
posmodernidad? Ya se le vocea como la voz… En Lírico puro el poeta se va de avance,
forjando su obra a machete limpio, reinventando, hablando. Como ya todos
conocen, Willy Gómez Migliaro es autor de los libros de poesía Etérea (Hipocampo Editores, 2002), Nada como los campos (Hipocampo Editores,
2003), La breve eternidad de Raymundo Nóvak (Hipocampo
Editores, 2005), Moridor (Pakarina Ediciones, 2010); Construcción civil (Paracaídas
Editores, 2013); Nuevas Batallas (Arteidea Editores,
2014). Ha sido el compilador del libro OPEMPE, relatos orales asháninka y
nomatsiguenga (2009) y Cholos, 13 poetas peruanos nacidos entre el 70 y el 90
(Catafixia, 2014). Además publicó Poemas, 1993-2003 (Celacanto, 2015)
fluyen las aguas y sobre ellas
latas
llevan imágenes borrosas
de proceso de ejecución brillando bajo el sol
contenido que alguna vez fue necesidad
como un tiempo el principio recoge
el final se levanta y rueda desde la inmovilidad
motivos entre desarmes y diseños
de imagen objetora circular
a través de ella sigues a un animal herido
viste huella de sangre pero no el arma
sino destreza al forzar la ambición
o mito circular de boca en boca
arrasaba aire contaminado
sirve de algo movernos
aunque se abren más portones de almacén
sueldan chapas levantan rejas reducen autos
adentro todo es inclasificable afuera
los mismos redondos filos de tarros de leche
llevan imágenes borrosas
de proceso de ejecución brillando bajo el sol
contenido que alguna vez fue necesidad
como un tiempo el principio recoge
el final se levanta y rueda desde la inmovilidad
motivos entre desarmes y diseños
de imagen objetora circular
a través de ella sigues a un animal herido
viste huella de sangre pero no el arma
sino destreza al forzar la ambición
o mito circular de boca en boca
arrasaba aire contaminado
sirve de algo movernos
aunque se abren más portones de almacén
sueldan chapas levantan rejas reducen autos
adentro todo es inclasificable afuera
los mismos redondos filos de tarros de leche
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