Foto: Antonio de Saavedra (poeta peruano).
“POESÍA LIMENSE 2014”
“POESÍA LIMENSE 2014”
Por: Antonio de Saavedra
Haremos un breve
comentario a algunos libros de poesía limense aparecidos el año pasado, los
cuales según nuestro modesto parecer transitaron penosamente desapercibidos para
la crítica literaria (evidenciando así una vez más su larga decadencia).




Lima, Marzo 2015
[1] La colección Celacanto Poesía se completa con dos títulos más también publicados en el año que pasó: Anatomía de Terpsícore (junio 2014, 149 pp.) de Paul Forsyth Tessey, y Hombre-solo (julio 2014, 26 pp.) de Fernando Reverter. Para el poeta Forsyth Tessey (Lima, 1979) el referido poemario es un magnánimo esfuerzo por darle a la poesía peruana una necesaria dimensión universalista y que hay que rastrearla desde Amarilis y José Bermúdez de la Torre y Solier, pasando por Juan Ojeda, hasta Rodolfo Pacheco, Maverick Díaz, Raúl Solís, Percy Ramírez y Ethel Barja. Además, creemos que así oxigena en algo su obra poética, luego de su anterior poemario martinadanesco El oscuro pasajero (Trashumantes, 2012). En cuanto a Reverter (ídem: Lima, 1979) sorprende su límpida escritura, ya que su breve libro fue redactado cuando bordeaba los diecinueve años de edad, poemario lleno de referencias sentimentales y elaborado entre los caminos que separan Buenos Aires de su terruño. Reverter es dueño de versos punzantes que van más allá de su soledad y del desespero existencial, cosechados luego de una agobiante travesía vadeando su Hades personal.
[2] Y ya que hablamos de féminas, en
esta nota aparte quisiéramos comentar un libro que ha circulado muy poco y del
cual, por lo tanto, no se ha discernido nada: Hojas sin tallo: Entrevistas y comentarios 1981-1988 (Mesa Redonda,
enero 2013, 173 pp.) de Eduardo Chirinos (Lima, 1960). Aquí se agrupan diálogos
y reseñas publicadas en los diarios La
Prensa y La República en las
fechas señaladas. En algunos textos hay que resaltar la magia de confidente que
llega a tener el entrevistador, dejando para la posteridad algunas sublimes revelaciones,
sobre todo entre poetas peruanos. El excelente Manuel Moreno Jimeno, por
ejemplo, dice finalizando la conversación: «La poesía, la verdadera poesía, se
convierte en la raíz del canto abrasada (así, con “s”) de humildad para revelar
su luz profunda» (p. 64). Además, el gran valor de esos textos reside en que Chirinos
dio a conocer, en esos terribles años de oscurantismo cultural, a vates
importantes como Carlos Contramaestre, Paul Celan, Juan Sánchez Peláez,
Vladimir Holan o Gonzalo Rojas, entre otros, quienes en la actualidad son
piezas claves de la poesía universal. Sin embargo, llama la atención la falta
de entrevistas o comentarios a la literatura
hecha por mujeres (como se le dice en los claustros académicos; ojo,
transgrede aquel quien ose llamarle literatura
femenina. Firmado: Esther Castañeda fans dixit), sobre todo la peruana muy en boga en los 80's, más aun sabiendo
que algunas de sus protagonistas son amigas del autor. Con esto se confirmaría
la legendaria misoginia de Chirinos, a la par de su pose de falso rockstar neoyorkino (¿fan de Sonic
Youth?) como denota la carátula.
[3] Esta nota final es para aclarar el
uso del adjetivo-sustantivo limense
en vez de peruana en este artículo,
ya que como podrán discernir todos los autores comentados nacieron o viven en
La Tres Veces Coronada Ciudad De Los Reyes, además que todos los libros han
sido editados a orillas del río Rímac. Mal haríamos en afirmar que estos libros
representan a la poesía peruana actual, lo que nos lleva a la eterna polémica
de la supuesta hegemonía de la literatura hecha y publicada en Lima por sobre
la que se crea y divulga en otras provincias peruanas, predominio que más mal
que bien ya lleva cinco décadas de perniciosa expansión. Y así es como, al
parecer, la capital sigue separada del resto del país, ya que es rarísimo hallar
poemarios de otros confines del Perú en sus librerías, y eso tal vez contribuya
a que los críticos de Lima los sigan ignorando. Por otro lado, en nuestro caso
en particular, hemos preferido usar el término limense (hasta ahora usado en el léxico eclesiástico) por sobre el
común limeño, ya que como se sabrá en
algún momento del siglo XVIII a los habitantes o nacidos en Madrid se les decía
matritenses, por lo que a quienes
estaban en Lima se les decía limenses.
Cuando luego se cambió el gentilicio por madrileño,
aquí se hizo lo mismo: se estableció en limeño.
La reposición por nuestra parte en todos los lugares posibles de este uso no
tiene nada que ver con atroces nostalgias antiguallas, solamente es fijar y remediar
lo que antes era bella moneda corriente.
Muestra
de los poetas comentados
Jorge
Frisancho / Falsa poética (el enemigo)
No sueño ya con este espacio neutro, el de la palabra
y no he podido ver sino lo que le pertenece ahora.a los recuerdos, en la otra banda de lo corporal.
Digo entonces: ¿qué será de mí cuando terminé la noche
y qué es lo que soy en ella, esto que contemploy ríe insoportablemente?
(En un peldaño oscuro del lenguaje o en el fondo del pozo
como en una frágil estrategia de las apariencias, mis
sentidosson solo estos sentidos fijos en la bóveda
y mi lengua es ahora la del enemigo).
(de Al pie del frío
incendio, p. 15)
La impresión de recordar un disco al perderme
en tu mirada sola. La impresión de no recordaresos ojos, pero el recuerdo de oír el disco
girar como yo en ti, constantemente; un acto
de amor más allá de las cosas, un giro de la mente
en el que dura tu rastro para siempre, en donde solo
jugamos a que no hay lugares ni efectos que temer
o abandonar el impulso que arrastra el ánimo
a donde no esperábamos. El sonido de un disco
que siempre llega al fin y es recuerdo de unos ojos
que en silencio —de más— nos arrebatan.
Y hacia el final del juego ya nada de sonidos ni miradas.
Tan solo lo nunca conocido, el sitio de un recuerdo
como camino imprevisto y como huella
del tiempo en el tiempo acumulada.
(de
El fin de todas las cosas, p. 14)
Un
diploma que mi madre conserva
y
para qué, ¿para qué ahora escribo?la niña creció, de locura va
a manicomio de mar edad ha ido
sumérgese hace tiempo en el olvido
rema y rema palancas del azar
cual vagabundo ya del mundo ha huido
con voz, la no voz, circular andar
ahhh, oh madre del fracaso penúltimo
de tu vientre blanco no queda nada
perdón, quedó el sueño de volar, ¿no?
sueño resignado, ahogado, quieto
envuelto en mil papeles de regalo
que sobre cuerpos del mar va repleto
(de
El pez alado, p. 60)
Julio
Benavides Parra / XXV
Si
vas para Chorrillos
Barranco
o Mirafloreste digo que no llegarás
este auto luego
de las diez de la noche
solo va a la avenida Venezuela
y tendrás que rogar
al siguiente auto
al posterior
y a todos los demás
para que te lleven a casa.
(de
Cultura combi, p. 35)
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