lunes, 29 de diciembre de 2008

Primer Premio de Poesía Rodolfo Walsh 2008: Tamym Maulén




P A F
(selección)
Poesía ganadora del Primer Premio de poesía Rodolfo Walsh, Buenos Aires 2008
Tamym Maulén


S H H H H H H

I

Mi hermano raya los muros del barrio con spray:
grafitis que no entiende nadie. Llega a casa y se lava
las manos pero quedan sucias. Cuando comemos
yo miro sus manos y pienso qué habrá cocinado mamá
Pollo, arroz con ensaladas, por qué raya los muros.
Mamá cocina sola, yo no le ayudo. Mi hermano
toma el pollo con sus manos negras y llenas de pintura.
Mi hermano se llama Gabriel.
De eso me acuerdo:
comíamos juntos, en silencio, se llama Gabriel. Yo miraba sus manos pintadas y me iba.
Papá lo golpeaba. Mi madre traía los platos a la mesa:

―Grafitis sin sentido
que no entiende nadie


II

Lo único que existe es una araña de rincón, polvo
rastros de humedad goteando en las murallas
limpiando las paredes y haciendo ver que alguna vez
esas paredes fueron blancas, nuevas, estamos muertos.
Hola. Alguna vez pintamos de blanco esta casa
comimos pan tostado y fuimos felices.
El pasado no está vivo. En mi casa el único ser vivo
es una araña de rincón acechando los fantasmas
que somos. Mi casa es un rincón del mundo
donde no vive nada salvo esta araña de rincón
esperando callada detrás de un cuadro viejo
donde estamos todos juntos, abrazados
(Mi casa es esta foto vieja donde estamos abrazados)
desteñidos, celebrando mi primera comunión.


III

Me hubiese gustado ser otra cosa, papá.
Si me pegaste fue porque me porté mal
porque le dije a mi madre la soledad
es lo más asqueroso del mundo.
Recuerdo cuando me enseñaste me dijiste sí
pero no lo hagas. Ahora lo pienso y tenías razón:
ya casi nada vale cien pesos.
Después de equivocarnos lo más sincero
sería equivocarnos más.
Me hubiese gustado ser otra cosa, papá:
tu hijo, por ejemplo.

IV

Me mata tener que limpiar siempre la mesa
para sentarme a comer. Hay tanta sangre ajena
sobre el ajeno mantel. En las noticias, en el televisor
muchas personas mueren de otras formas: ¡Pum!
un balazo, tu atropello, la guerra de siempre, las hambres
de siempre. Sin embargo ahora yo me muero así
(La muerte es un día perfecto que de pronto se nubla).
A veces pienso tanto en Cristo que no me persigno.
¿Qué nos mata entonces? Me pregunto cenándome
Preferiría entonces tener nada que comer. Tal vez así
comprendería lo que es vomitar de verdad.
Mientras tanto agarro el tenedor:

—Comienzo a escribir en la sopa
aquello que se desvanece.


V

Porque los ángeles no existen, ni el amor, ni el fin del mundo.
Cuando niños nos dijeron que el mundo terminaría
en el año dos mil. Pero, ¿cuándo terminan las cosas
que nunca comienzan? Después que nos pegaba papá
mi hermano y yo subíamos a nuestra pieza chica
no decíamos nada: como Michael K conocimos
el silencio. Bolaño dice que el silencio no existe
que es estúpido pensar en él. Pero mi memoria
sí que conoce el silencio: Yo___________ mi hermano.
Una línea así de fea nos unía. Mejor, una pena
así de tiesa nos ligaba. Mi hermano y yo
nos quedábamos quietos, cada uno en su cama
dos muertos en la sala de autopsias. Nuestra casa
era el silencio. Nuestra casa grande y llena de ventanas.
Nuestra casa llena de muebles. Y en el patio
una piscina seca, porque es invierno.


VI

Entonces me dice que la gente se muere.
Que incluso la muerte algún día se tiene que morir
Las guitarras, la poesía, el flan, las nubes, todo.
(La muerte es un día celeste que de pronto se nubla)
Pero ¿dónde está? Y la vida, muchacho, ¿dónde?
Fuimos a comprar dos flanes para el postre
mientras tres niños lamían yogurt del basurero.
Entonces mi hermano dice que la gente se muere
que incluso la vida algún día se tiene que morir.
Yo le digo no importa, silencio, cállate
Shhhhhh, todos algún día nos vamos a morir.
(La muerte es una guitarra celeste que de pronto se nubla)
Ja, pero eso ya es cosa de la imaginación

—Hablemos de otras cosas, total
es eso lo que hacemos siempre

VII

Mi hermano raya los muros del barrio con spray
grafitis en pleno silencio. Toma con sus manos
el spray y presiona la válvula: shhhhhh
y escribe su nombre en la pared. Es de noche.
Nadie está despierto excepto los perros hermosos
que quieren pelear. Cuando niños una vez
nos peleamos. Le pegué tan fuerte que no cesaba
de llorar. Me pegó también, pero no lloré.
Gabriel es mi hermano menor. Shhhhhh le decía
pero él no dejaba de llorar. Mi hermano escribe
su nombre en la pared recién pintada: la firma
del artista. Si le pegas a tu hermano te voy a pegar
decía mi padre. Shhhhhh, ¡silencio!, pero mi hermano
no dejaba de llorar. Ja. Ahora me río (del dolor)
Tomo con mis manos el lápiz grafito,

—Escribo este poema
contra una pared:
la firma del silencio


* * *

TAMYM MAULÉN

(Santiago de Chile, 1985). Estudió Filosofía en la Universidad de Chile y Letras en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Ha obtenido, entre otros, el Primer Premio Municipal de Literatura de Santiago Gabriela Mistral 2007, el Primer Premio de poesía Rodolfo Walsh, Buenos Aires 2008, y el Primer Premio de poesía joven Animita Cartonera Santiago 2006, galardón al que renuncia. Ha obtenido también la Beca para la creación literaria de la Fundación Pablo Neruda, la Beca de excelencia Universidad de Chile y la Beca de creación literaria del Fondo del libro y la Lectura en Chile. Ha sido publicado en diversas antologías de poesía contemporánea en Chile y en el extranjero. Los siguientes poemas pertenecen a su libro inédito PAF. Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina.

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