martes, 18 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
martes, 11 de diciembre de 2012
APARICIÓN DE “CONFESIONES DE UN DESCREÍDO. MUESTRA DE POESÍA PERUANA ACTUAL” DE MANUEL LUQUE VÍA ECLOSIÓN EDITORES.
“APARICIÓN DE CONFESIONES DE UN DESCREÍDO. MUESTRA DE POESÍA PERUANA ACTUAL DE MANUEL LUQUE”
Eclosión Editores en su firme propósito de incentivar la lectura se complace en
anunciar la grata aparición del libro “Confesiones de un descreído.
Muestra de poesía peruana actual” de Manuel Luque. Desde aquí un gran abrazo para nuestro gran amigo Manolo.
PALABRAS DE CONTRATAPA
Manuel
Luque nos presenta “CONFESIONES DE UN DESCREÍDO. Muestra de
poesía peruana actual”, un texto de entrevistas y poemas que reúne una
pluralidad de voces poéticas -disímiles en su conjunto- provenientes de
distintas partes del Perú, épocas, periodos o movimientos, pero que tienen algo
en común: hacer o escribir poesía. Cada poeta responde según su particular
visión del mundo las diversas interrogantes que se plantean a lo largo de este
libro. Temas como el amor, la melancolía, el erotismo, la muerte y la locura son
abordados y (d)escritos aquí según estimulantes perspectivas o
concepciones sobre la vida y el arte de
la poesía.
Detrás de esta muestra se
esconde un mundo que hemos de explorar y descubrir como algo cercano y oculto
en nosotros mismos como si fuera el final o inicio de nuestro último camino. En
otras palabras, un libro que hacía falta y que configura un nuevo corpus
discursivo dentro de nuestro panorama poético nacional.
Los
editores
jueves, 22 de noviembre de 2012
“PHEPHE GAL'LINO Y UN SUEÑO COMPARTIDO” POR MIGUEL ILDEFONSO.
“UN SUEÑO
COMPARTIDO”
Por: Miguel Ildefonso
Conocí a José Gal’lino (Lima,
1966-2010) en el grupo poético Neón. “Phephe” como solíamos llamarlo los
amigos, los compañeros de ruta en la década del 90; “Phephe” como le gustaba
que lo llamaran en la poesía. Muchas veces hicimos el camino a Chosica para dar
lecturas en la Universidad La Cantuta, y allí también fue parte del grupo
Estación 32, y fundó con los poetas Rafael Hidalgo, Enrique Palma, Gustavo Diez
Canseco y Ángel Berdejo Miró Quesada, la editorial Zafarrata. Hoy los amigos de
Estación 32 han presentado su libro de poemas “Berlios es Virgen. Bitácora de
un Sueño Compartido”. Aquí dos poemas de este magnífico libro póstumo.
El sobreviviente
El viento arrastra treinta y dos
estaciones.
En el camino dejó la inocencia de sus
días y el tormento de sus noches.
Dibujó tu rostro imperfecto con la
sangre de sus heridas
Y escribió en la arena pidiendo
ayuda.
Estaba solo.
Mezcló en su memoria el dulce perfume
de tu piel,
Con el vino tinto que había en
aquella vieja habitación,
Donde a oscuras recibió tu cuerpo y
prendió una fogata,
Adorando a la Luna.
Grabó en las piedras una historia y
desnudo frente al mar
Gritó desesperado.
Estaba solo.
Cansado quizás, cayó, miró al cielo,
besó la lluvia, sudó, lloró y rezó.
En el camino dejó la orilla llena de
muertos,
Y unos pájaros comiendo sus miserias.
De cómo fue libre Jonás o cómo se ama
a un Dios
Y estuvo Jonás en
el vientre del pez
Tres días y tres
noches.
Jonás 1, 17
A mi amigo Juan Vega/ Neón.
Navego entre las hojas de una Biblia.
Tras el duro invierno. Tú.
Hada Luna, piel de porcelana.
Margarita de oro.
Abre la noche, abraza tatuaje las
paredes del mundo.
Apúrate/ despierta las velas/
desprende sus alas.
Que la sombra de tu danza es la
perfección del cuerpo rojo, fresco, íntegro.
Entonces percibir a través del
recuerdo
que ya nada te cubre. Que estás
frente a mí mientras
el sonido del oboe cabalga lentamente
el cielo gris
de la caverna.
Tú estás ahí. En la garganta Jonás.
En la entrada.
Y en la entrada están mis sueños que
te llaman.
Vienes discreto y avanzas sometido.
Tus pasos crecen como crecen las
miradas en los espejos.
Tú estás ahí. Soldado de botas negras
& larga cadena/
rescata los instantes de las ruedas:
Desesperación & vanidad en estas
olas que sumergen tus Salmos.
Ahora respiro las murallas, forzando
el ariete/
rompiendo el falso listón que ata tu
cabello dorado.
Hada Luna piedra de la noche. Cristal
de cuarzo opalescente.
Oh piadosa/ desnúdate, comprende:
Una vez fui libre y amé.
Ahora estoy condenado a soportar los
días suspendidos en
las noches del insomnio/ condenado a
los semáforos,
a sus pequeños globos de chicle
arbitrando & dirigiendo
nuestros destinos/ condenado a las
franjas blancas infinitas que
recorren el cemento de las pistas.
Ahora la ventana es un ojo que espía/
un pedazo de
realidad herida/ el extraño refugio
de un escorpión.
Ahí voy despertando otra vez:
Colocando el cuerpo a la camisa, al
pantalón, a los zapatos.
Pego con goma mis ojos, mi nariz, mis
cejas,
unas cuantas arrugas y el pretexto de
una sonrisa.
Hada Luna, lindo muñeco de biscuit/
camisa de seda
en las carreteras de humo y asfalto/
curva y quebrada tu espalda señala el
esfuerzo de un dios cansado.
En la vereda juegan los animales/
respiran el muss,
comen lilas & el jazmín de tu
cabello.
Tu voz camina entre las piedras
mientras el
cielo se deshilacha con la furia
compleja de tus
palabras/ piedra celeste bañada de
rocío ahora soy la roca errante
que sube a la montaña para huir a
Tarsis.
Soy el esclavo de Cailloma, tostando
tu nombre & reptando entre tus piernas.
Abre tus brazos que hay violines en
mi corazón.
Mujer de túnica alba escondida en los
sueños de Jonás
ayer me veo capturando la turquesa de
tu vientre/
derramando en tus manos cautelosas
sobre las calles del
invierno entumecido por una Luna
siempre dispuesta.
Barbado mar de pálido jade pienso en
tu secreto guardado
en mis bolsillos. Eras en la noche –
caído ante ti – como un dos
semejante a una mujer.
martes, 20 de noviembre de 2012
PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “BERLIOS ES VIRGEN” DE PHEPHE GAL’LINO.
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO PÓSTUMO: “BERLIOS ES VIRGEN”
DE
PHEPHE GAL’LINO
Presentan:
-Oscar Limache
-Angel Berdejo
-Gustavo Diez Canseco
-Rafo
Hidalgo
Día:
Miércoles 21 de noviembre.
Hora:
6:00 p.m.
Lugar:
Casa de la Literatura Peruana.
lunes, 19 de noviembre de 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
“ANDREA Y LA PIEDRA BRILLANTE Y OTROS CUENTOS” POR CÉSAR PINEDA QUILCA.
“ANDREA Y LA PIEDRA BRILLANTE Y OTROS CUENTOS DE
CHRISTIAN URRUTIA”
Por: César Pineda Quilca
“Andrea
y la piedra brillante” es la ópera prima del joven escritor Christian
Urrutia López, un libro de cuentos que se inserta en el panorama literario de
nuestro país, elaborado con un discurso narrativo
que se mueve dentro del plano de la ficción y la oralidad y que, muy
fácilmente, podría estar catalogado dentro de la amplísima lista de obras que
forman parte de la literatura infantil (si es que el lector así lo quisiera). Tres
textos conforman este libro inaugural que gusta por los temas que toca, por la
apariencia de su estructura sencilla y el hilo argumental o leit motiv que la
compone. Así tenemos las siguientes historias:
“Andrea y la piedra brillante” es el primer cuento que abre y da inicio al libro. Es la historia de una niña que -guiada por las referencias que le proporciona su abuelo- va en busca de una piedra brillante para entregársela a su abuela con la única ilusión de que esta pueda recuperarse de su enfermedad y vivir bien, por lo menos, el poco tiempo que le queda de vida. Sin embargo, dos compadres harán lo imposible por hurtar este bien preciado en un acto desmedido de ambición y poder. Aquí lo narrable se levanta entre lo real y lo imaginario con algunas fuentes que beben la rica tradición oral y/o mitológica. Un claro ejemplo de esto vendría a ser el tratamiento de la piedra como símbolo de prosperidad y salud.
“Una charapita perdida en la ciudad” es el segundo cuento que aparece en la lista. Aquí se nos cuenta la historia de una niña llamada Sarita quien -luego de haber regresado de la Selva Central a Lima- emocionada por tener una mascota recibe de parte de su madrina una pequeña tortuguita, una charapita muy bonita. De pronto, un día, cuando todo era felicidad hasta ese momento, Pochita se pierde de manera accidental por causa de Pelusa. Es justamente aquí donde todo comienza y se entretejen una serie de hechos que dan motivo a que los personajes principales (tanto Sarita como su madre Martha) se vean envueltos en una intensa búsqueda por recuperar al indefenso animal perdido, sobre todo, cuando más pesa el corazón. Un sabor a reencuentro, ternura y comunión es lo que nos deja esta historia de amor.
“Cuando las piedras suenan”, el tercer cuento que aparece en mención, narra las aventuras y peripecias que atraviesan dos niños amigos luego de haberse producido un reto entre ambos. Carlitos y Marcos, seducidos por la emoción y el juego, ponen en peligro sus vidas y compiten a través de una carrera de barquitos de papel a orillas de un río en un intento por saberse vencedores del mismo. Cuando nada hacía presagiar lo peor el infortunio hace que uno de los personajes se desestabilice y caiga a las aguas del río lo que da pie a una incesante búsqueda y rescate por parte de familiares y amigos. Diversas situaciones límite arrastran esta historia a un destino casi trágico en medio de un paisaje natural plagado de lluvias, misterios y lecciones aprendidas.
“Andrea y la piedra brillante” es el primer cuento que abre y da inicio al libro. Es la historia de una niña que -guiada por las referencias que le proporciona su abuelo- va en busca de una piedra brillante para entregársela a su abuela con la única ilusión de que esta pueda recuperarse de su enfermedad y vivir bien, por lo menos, el poco tiempo que le queda de vida. Sin embargo, dos compadres harán lo imposible por hurtar este bien preciado en un acto desmedido de ambición y poder. Aquí lo narrable se levanta entre lo real y lo imaginario con algunas fuentes que beben la rica tradición oral y/o mitológica. Un claro ejemplo de esto vendría a ser el tratamiento de la piedra como símbolo de prosperidad y salud.
“Una charapita perdida en la ciudad” es el segundo cuento que aparece en la lista. Aquí se nos cuenta la historia de una niña llamada Sarita quien -luego de haber regresado de la Selva Central a Lima- emocionada por tener una mascota recibe de parte de su madrina una pequeña tortuguita, una charapita muy bonita. De pronto, un día, cuando todo era felicidad hasta ese momento, Pochita se pierde de manera accidental por causa de Pelusa. Es justamente aquí donde todo comienza y se entretejen una serie de hechos que dan motivo a que los personajes principales (tanto Sarita como su madre Martha) se vean envueltos en una intensa búsqueda por recuperar al indefenso animal perdido, sobre todo, cuando más pesa el corazón. Un sabor a reencuentro, ternura y comunión es lo que nos deja esta historia de amor.
“Cuando las piedras suenan”, el tercer cuento que aparece en mención, narra las aventuras y peripecias que atraviesan dos niños amigos luego de haberse producido un reto entre ambos. Carlitos y Marcos, seducidos por la emoción y el juego, ponen en peligro sus vidas y compiten a través de una carrera de barquitos de papel a orillas de un río en un intento por saberse vencedores del mismo. Cuando nada hacía presagiar lo peor el infortunio hace que uno de los personajes se desestabilice y caiga a las aguas del río lo que da pie a una incesante búsqueda y rescate por parte de familiares y amigos. Diversas situaciones límite arrastran esta historia a un destino casi trágico en medio de un paisaje natural plagado de lluvias, misterios y lecciones aprendidas.
Con esta
producción, Christian Urrutia López, se abre paso en la nueva narrativa
nacional haciéndose presente dentro de la joven generación de escritores
peruanos. He ahí el reto.
César Pineda Quilca
lunes, 5 de noviembre de 2012
domingo, 4 de noviembre de 2012
“ROCE EN ROQ” POR ROGER SANTIVÁÑEZ.
“ROCE EN ROQ DE DALMACIA RUIZ-ROSAS SAMOHOD”
Por: Roger
Santiváñez
These fragments you have shelved (shored)
-Pound-
1
Dalmacia
Ruiz-Rosas Samohod (Lima 1957) tiene una larga y valiosa trayectoria en la
poesía peruana contemporánea. En efecto,
su historia como poeta –y escritora- comienza en la niñez, al compás de sus
múltiples lecturas e incluso la publicación –cuando adolescente- de un
cuadernillo de Narraciones (Ed. La
Campana Catalina, Arequipa, 1974) en el que figura el relato “Carta a mi padre”
con el cual obtuvo el primer premio de los Juegos Florales Nacionales (1973)
del Ministerio de Educación cursando –a la sazón- el cuarto año de la
secundaria. Esto le valió una entrevista del prestigioso periodista César Lévano
para la revista Caretas.
Posteriormente
–siendo estudiante de Literatura en la Universidad de San Marcos- formó parte
integrante del grupo La Sagrada Familia
(1977-79) y luego militó en el Movimiento Hora Zero (1981). Igualmente fue
aliada principal del Movimiento Kloaka (1982-1984). En todas las revistas y
publicaciones de dichas agrupaciones Dalmacia Ruiz-Rosas Samohod fue entregando
sus poemas, en aquella época trasuntados de fresco coloquialismo urbano y
puntuales toques de un expresionismo muy particular.
2
Reacia
a la publicación de libros –durante la primera etapa de su producción-
participa sin embargo en el volumen colectivo de la generación del 80 La última cena, lanzado por Asalto al
Cielo/ Editores en 1987. Y por fin se decide a entregar a la imprenta su
primera publicación poética personal: Secuestro
en el jardín de las rosas (Ed. Hipocampo 1998). Aquí
quizá principia un cambio de tono en la poesía de Dalmacia Ruiz-Rosas Samohod,
hacia una frecuencia más íntima: “es necesario poseer un secreto amor que el
mundo no conozca”, leemos en uno de los poemas iniciales del breve conjunto. O
esta muestra de transparente lirismo: “debo recordar / mi dolor es una melodía
/ el llamado de un insecto en medio de la noche / desde lo oscuro / sobre el
silencio de los automóviles / rebotando en las ventanas / o en la punta de una
ola / que se lo lleva todo”.
Dos
años después nuestra poeta editó la colección Baile (Hipocampo 2000). Ahora su lenguaje se ha tornado más
reflexivo, las experiencias vitales dejan sus marcas –sus cicatrices- y
Ruiz-Rosas nos da su testimonio, siempre con un resquicio de humor e ironía:
“de equivocación en equivocación / es poco lo que avanzo / porque estoy
encerrada no creas que estoy muerta / y que así será siempre / es cierto que la
fortuna no está ahora conmigo / pero tengo mis dos piernas / el ánimo tranquilo
/ y una buena reserva de todo lo tonto”. Mas su radiante utopía va a primar
siempre con delicada expresión: “yo no sé qué es el amor / pero sí sé que no es
/ solemne triste frágil o tramposo /…./ suave como la cresta de una ola desde
el acantilado / fresco como una noche a la intemperie”. En esta línea –marítima
digamos- podemos encontrarnos con versos que nos traen una resonancia de Luis
Hernández: “fuíme a llorar / frente al mar / y me quedé mirando / la mar
llorando”.
En
2006 la poeta recogió en un fino volumen titulado Conjunto de objetos
encontrados –detestables sentimientos
de jóvenes ingeniosos- un gama de poemas escritos en 1986. Textos que
pueden ser leídos separadamente o como una sola unidad. Aquí la violencia que
vivía la sociedad peruana de aquel entonces [“Lima es un estómago”] parece ser
el objetivo de esta poesía, un tanto bronca, pero transida de un conmovedora y
solitaria nostalgia: “yo que fui tan bulliciosa / ahora sumida en el
romanticismo / de la madrugada me consumo”. Por otro lado, en este libro
también está claro su aprendizaje conversacional eliotiano y el uso de la
incrustación cotidiana: “Buenos días /…./ Buju!
Lloriqueó hacienda un ruidito / ESCANDALO EN CONOCIDO
CAFÉ / cuchicheó luego cerca de mi oreja / UNA VOZ DISTANTE”. Para retornar
otra vez a la imagen puramente poética: “mordisqueo la hierba hechizada de la
noche”.
3
Ahora
Dalmacia Ruiz-Rosas Samohod vuelve a entregarnos poesía. Se trata de su cuarto poemario denominado Roce en Roq. Podemos decir que en esta
obra nuestra poeta accede a su madurez como creadora. El cuidado y lucidez con
que ha trabajado los versos, su disposición sobre la página en blanco
–estrategia que viene desde Mallarmé y su Golpe
de dados- y la sinceridad de sus contenidos; así lo demuestran. En la poesía no hay truco es una
consigna que yo escuchaba en los lejanos días de mi arribo a Lima –desde mi
natal Piura- entre los círculos de poetas. Pues bien, la verdad humana de fondo
que transmiten estos cortos poemas, fluye al compás de su conseguido ritmo. Uno
que ya es propio de la poeta. Por eso afirmábamos –al empezar este apartado-
que Ruiz-Rosas ha llegado a configurar su estilo, es decir, su propia manera de
componer poesía. Para ello, toma cierta distancia de la herencia coloquialista
–al uso-, aunque sin salir totalmente de sus fronteras; a través de una extraña
suspensión diríamos emotiva, que refresca el ancestro conversacional, dándonos
como resultado una especie de reverso de la experiencia real: la sensación de
una verificación contenida detrás de los
poemas. Una especie de más allá
de los versos, una suerte de ausencia
presente que los ilumina con otra
luz.
Roce en Roq
tiene una estructura binaria. La primera parte consta de 19 breves poemas.
Ninguno de ellos lleva título ni numeración: configuran un solo e intenso fluido
que va tocando diversos temas y diseñando escenas igualmente distintas.
Ruiz-Rosas parece asumir una de las características fundamentales de la poesía
moderna y post: la fragmentariedad. Y
al no nombrar los poemas, su intención sería la de presentar un flujo de
lenguaje abierto, tal como se formaría la corriente del pensamiento, sin
principio ni fin. Así es como podemos comprender aquella suerte de fogonazos o flashes desencadenados hacia el fragmento 12 –lo que son 8
composiciones cortas- pastillas sintéticas no exentas de cierto enigma:
“Diminuto pueblo / no hay otra vida / sólo el arte /…/ -a oscuras escucho- “,
como ésta citada que constituye toda una declaración de principios y –a su
modo- una ética. O ésta otra que apela al mito trasladándolo a lo cotidiano
enhebrado a su elegíaco tono: “Lloro por Adonis / cuya sangre / se convirtió en
rosas / en una lejana nave de/ hospital “. E introspecciones de tipo
psicológico aunándolo a una crítica anarquista de la sociedad humana: “Sobre el
/ Asfalto / rueda / el / orgullo/ el mundo no gira / alrededor / de nadie”.
Los
primeros 11 fragmentos de esta parte inicial son similares, aunque quizá –algunos- más cerrados. Como aquel que comienza: “La
conciencia / de las / ostras / imperiales / o de lo / astral / “libro de los
cambios” / entre la realidad / y la ficción / X la fix-zión”, dueño de un tono
críptico que alude al I Ching? ;
mientras en otros casos su aproximación a la Historia es clara: “Supe-Caral /
la cultura más antigua/ tiene / cinco mil años / de matarnos”. En esta zona hay
textos importantes. El primero de ellos es Tía
G (así lo ubicamos nombrándolo con su primer verso) que en una línea que
viene desde Valdelomar y Vallejo, Dalmacia nos presenta una elegía sobre un
personaje familiar –íntimas memorias- resuelta por la vía de una retratada
impresión onírica: “yo la ví tan cerquita / ha sido un sueño / tan bonito / por
eso lo escribo / Dr. Ch”. Y con su toque de misterio: no sabemos quién es este
enigmático Dr. Ch. Por otro lado, el primer poema de la sección que reza: “Como
la voz / de un amigo / desde un campo / distante / viene hacia mí / la muerte”.
Composición que nos anuncia la segunda y significativa parte del poemario. No
sólo se trata de la conciencia de la desaparición [El poeta trabaja con la
muerte, según Enrique Lihn] sino que el gran amigo –Edgar Barraza, Kilowat, la voz más pura que ha habido
en el rock subterráneo del Perú- es quien será recordado y homenajeado en toda
la parte segunda del libro. Así comprendemos también el título del volumen: Roce en Roq, un acercarse al mundo del
amigo cantante muerto, pero sólo una aproximación –discreta y muy sentida- a
quien, desde el más allá, todavía se reúne con nosotros. Y personifica a la
muerte también.
Esta
última parte del libro que comentamos, está conformada por diez poemas. Todos
ellos giran en torno a Kilowat,
nombre de guerra del mítico cantante Edgar Barraza –como queda dicho- uno de
los más queridos líderes juveniles de la movida subte peruana de los 80s y 90s,
injustamente fallecido antes de tiempo. Constituye un nostálgico canto sobre el
amigo que se fue. La secuencia principia con una identificación del personaje:
“tu educada amistad como el antiguo Rímac / cultura de Gran Unidad o de la
calle / palabras perfectas como tus / patillas de T. Rex”. El muchacho de
barrio poseedor de íntima sabiduría, sus visitas frecuentes, su lenguaje
jerguero, su pasión por la música, la comunicación profunda sin necesidad de
abrir la boca: “nuestras lateadas / sin hablar / sin mirar / por las provincias
/ azucenas y algunas / voladoras”. Y ya cuando la parca hizo lo suyo, la poeta
lo rememora de la siguiente hermosa manera: “al ver las estrellas / -siento esa
dorada voz cachosa / y anarquista / con las más lindas canciones / escogidas /
improvisadas solito / o con tu
banda”. Y al final, siempre poietes negándose a aceptar la muerte [And death
shall have no dominion, Dylan Thomas dixit] Dalmacia Ruiz-Rosas Samohod estampará este epitafio con tonalidad punk: “esta historia / continuará / con
la delicadeza / de una cabeza afeitada”.
Porque
en realidad, el mundo seguirá mientras la naturaleza persista en su renovación
estacional y en este devenir nuestra poeta es capaz de confesar: “Kilo ha sido
buena nuestra historia / La próxima vida / será mejor / aún estoy aprendiendo”.
La franca lucidez de Dalmacia para reconocer nuestra limitación humana no es
óbice para la declaración de su consigna más pulcra y radical: “Siempre soñamos
/ con una canción”. Parafraseando a JG
Rose podremos decir entonces: “Esta es la canción con que soñamos”.
[Roger
Santiváñez, octubre 2012, Be.m platz lo gais temps de pascor, Cooper
River, New Jersey]
jueves, 1 de noviembre de 2012
PRÓLOGO AL LIBRO “ANDREA Y LA PIEDRA BRILLANTE Y OTROS CUENTOS” POR CHARLY MARTÍNEZ TOLEDO.
PRÓLOGO AL LIBRO “ANDREA Y LA PIEDRA BRILLANTE Y OTROS CUENTOS”
DE CHRISTIAN URRUTIA LÓPEZ
Por: Charly Martínez
Toledo
María Elena Walsh, en una entrevista concedida a Mempo
Giardinelli, menciona estos cinco elementos ineludibles que todo cuento para
chicos debe poseer: “acción, mucho humor, gracia, juego con el lenguaje,
sentido del disparate…” (la autora advierte que existen más, pero que no puede
enumerarlos a todos exhaustivamente); luego, respondiendo a otra pregunta –tan
aguda como académica del notable escritor argentino-, esta vez respecto a la
fama, afirma: “la única complacencia que
me importa es la de los chicos, pues escribo para ellos” (Tomado de “Así se
escribe un cuento”. Mempo Giardinelli. Editorial Punto de lectura). Ahora bien,
los relatos que conforman “Andrea y la piedra brillante y otros cuentos”
del joven escritor Christian Urrutia López se acomodan muy bien a estos
alcances, con la acción bien dosificada, manteniendo el interés del lector a lo
largo de todas las historias, ensayando una saludable hilaridad, a su vez
envuelta en un nimbo de inocencia (obsérvese en “Andrea y la piedra brillante”, la escena donde los
compadres Leonardo y Juan se revuelcan histéricos en el borde de la carretera;
o a la tortuga Pochita atravesando
aquella especie de odisea urbana, con
estadías tanto en las manos de un mototaxista, un balde con agua, una camioneta
frutera y, finalmente, puesta a la venta por un chiquillo cerca a las galerías
de El Mercado Central). Ambos cuentos, pues, se hallan sometidos al más fresco
humor. La gracia, los juegos con el lenguaje y el sentido del disparate son
también elementos con los cuales cuenta el libro y dejo a la agudeza del lector
descubrirlos.
Respecto a la segunda respuesta de la autora argentina,
referida al público al cual van dirigidos sus escritos, apuntaré que Urrutia en
esta entrega no solo escribe para los
pequeños, sino también para el resto, conformado por los de más edad, ávido
por encontrar historias frescas, bien escritas. En suma, que buscan
sorprenderse (como me ha sucedido) con algo
nuevo en la joven literatura peruana, apuntando al blanco con tramas
sencillas pero nada triviales, no descuidando el aspecto humano, pues sus
personajes, como cualquiera de nosotros, persiguen esa felicidad que en cierto
momento les resulta esquiva (aquella fatal ambición humana de la que hablaba Schopenhauer)
funcionando esta especie de miedo ante la
adversidad como disparador para la concretización de dicho propósito.
Entre muchos de los logros cabe apuntar que los textos
presentan un corpus o estructura bien
definida (es decir: comienzo, nudo y desenlace) superando a la anécdota, tan manoseada entre los
nóveles escritores peruanos. Además, se emplean las palabras necesarias, como
bien señalaba Andrés Maurois: “Guárdese de lo rebuscado y pedante. Nada echa a
perder más un estilo que la vanidad. Diga simplemente lo que tenga que decir.
Valéry ha dado este consejo: “De dos
palabras, hay que escoger la menor”. Es decir, la menos ambiciosa, la menos
ruidosa, la más modesta. Prefiera siempre la palabra concreta que designa los
objetos, los seres, a la palabra abstracta”. (Tomado del libro “A la caza del
cuento” Selección y prólogo de Roberto Reyes Tarazona. Editorial
Universitaria). En cuanto a la descripción de los personajes, que el autor no
lleva a cabo con minuciosidad, puede pasarse este bache por alto ya que en las
tres historias de “Andrea y la piedra brillante y otros cuentos” impera la acción, es decir no importa tanto como son los personajes
sino lo que hacen, representando esta nueva publicación un acierto dentro
de las letras peruanas. Felicitaciones, Christian, y adelante con los proyectos
narrativos.
Charly Martínez
Toledo
miércoles, 31 de octubre de 2012
ENTREVISTA CON ENRIQUE VERÁSTEGUI POR RAÚL HERAUD.
“VIVIR A TRAVÉS DE LA ESCRITURA”
Entrevista al
poeta Enrique Verástegui a propósito de su participación en la Fil de Guayaquil
- Ecuador
Por: Raúl Heraud
Sábado 4 de la tarde,
el vuelo que debía partir de Guayaquil a Lima había sido cancelado, inmediatamente
fuimos devueltos al hotel ManGing ubicado en pleno centro de la ciudad;sin
saber cuando partiríamos de regreso Lima, en la habitación 202,el maestro Verástegui
nos recibía bebiendo café, dice que solo lo toma durante los recitales de
poesía como una especie de ritual,
mientras nos invita a pasar, observa CNN por un canal de cable,
sorbiendo de a pocos la humeante infusión.
Enrique ¿Qué te pareció la Fil de Guayaquil?
Aunque no pasee
demasiado por los stands debido a que no traje mucho dinero para comprar libros,
vi algunos títulos interesantes; pero de lo que puedo hablar es de aquello que
nos ha convocado acá, el espíritu nuestro frente a la feria, sobre todo frente
al publico asistente; para mi es una bella aventura llegar hasta Guayaquil,
lugar donde vivió el ultimo Inca del Perú y desde aquí comprobar y ver cosas
que pueden parecer no interesantes pero que son reales como por ejemplo
encontrarse aquí en esta ciudad sobre la línea ecuatorial de todo el continente
americano, donde no aparece el sol sino un cielo nuboso, algo que pensé solo
era propio del cielo de Lima.
Ayer durante tu presentación leíste poemas de
Extramuros del mundo, ¿Cómo tomas que estos poemas tengan tanto éxito aquí en
Ecuador como en Perú con la gente joven?
Lo atribuyo
primero a que el lector tiene admiración por el talento juvenil, y quien me ha
venido leyendo todos estos años no hace otra cosa que alabar esta época que
viví en San Marcos, pienso que estos lectores jóvenes son inconsecuentes, no
son como yo que cuando admiro a un autor me leo toda su biblioteca, de tal
modo, espero que en el futuro, cuando sea aun mas viejo, encuentre a un joven
intelectual que no solo se enamore de mi primer libro, sino de toda mi obra.
¿Cómo te sentiste frente el reconocimiento de los
poetas y de la gente en general?
Lo que siento es
gratitud, así como por este señor historiador que vino desde Venezuela a
conocerme y a quien obsequié mis libros de poesía y filosofía; esto es simplemente la experiencia de encontrarse con
un lector concretizado en esa persona que se te acerca y que puede significar
una señal que no encuentras cuando en tu mente y en tu mano, escribiendo ante
el escritorio, él se convierte en el
lector ideal.
¿Después de cuántos años participas en un encuentro
internacional de poesía?
Yo llegué de
París en el 80, y regresé con la ilusión
de algún día volver, de tal modo como en el pasado, yo había estado en Europa, pero todo fue tan complicado que se me ha
pasado la vida soñando y esperando algún día volver; desde el año 80 no he
vuelto ha salir del Perú, y en los años de la guerra civil, no sé como llamar
esta guerra con el terror, no me quedó otra alternativa; además mi mujer y yo
vinimos de París con una idea, la de irnos a vivir a la laguna de Paca en
Huancayo, pero estalló el terrorismo y no pude salir de Cañete.
¿Pero invitaciones siempre hubieron, por qué no
quisiste asistir?
Parte de mi
configuración mental es la timidez, y el miedo a encontrar gente que no me
comprenda, esas cosas han impedido que yo fuera más comunicativo y han
comprometido mi asistencia a festivales de poesía, festivales a los cuales mi
generación, para citar a un poeta peruano argentino como Reynaldo Jiménez,
buscan hacer que se produzcan a través de estos un Woodstock en América Latina
o en el país que sea; y esa es la experiencia que he tenido, quizá por
temor, o por miedo a equivocarme es que
no he viajado.
¿Por qué dices que has acabado con la poesía?
Es una pregunta
compleja, tiene que ver con la practica de la escritura, primero fue mi poesía,
a la que le he dedicado mi juventud y mi madurez, y luego a los 46 años
escribir una novela que complementara la visión del mundo que yo he entregado a
través de la poesía, y a la vez, de algún modo, siento que la escritura es
siempre una expresión y una búsqueda de placer, entonces he escrito novelas por
razones políticas; lo que fue ayer, la poesía, dejó de ser en el 91 cuando se
derrumba el comunismo, el prestigio que tenia la poesía quedó derruida por la
caída del muro de Berlín, en ese momento, toda la gente en el planeta buscó
expresarse a través de la novela, por ese motivo histórico, y pensando en eso,
además de una manera que puede ser absurda, en el sentido de practicar la
vanidad a través de la escritura, es que he hecho novelas.
Me contabas acerca de una novela que será publicada
el próximo año en España, que consta de 7 partes y tiene más de 700 páginas.
Es una novela en
la que he trabajado bastante, a la cual he querido aportar el trabajo de estilo
y como te dije, determinar de algún modo el proceso de mundialización en la
economía en el que vivimos, de tal modo que mi personaje, es un personaje
mundializado y transcurre como aquella novela mía que has leído, La maquina del
crepúsculo, transcurre simultáneamente en distintos lugares del planeta.
Has dicho que
con ella te pondrías a la altura de Homero, ¿Por qué?
Porque Splendor
que es el titulo nuevo de Ética tiene 1300 paginas, y esta sería una especie de
épica de la vida digamos, y luego la prosa y la reflexión serian la materia, esto
seria el erotismo practicado de manera natural y superlativa, en tanto que mi
poesía, si publican mi novela, pasaría a ser una pura experiencia del espíritu
y la novela se convertiría en la experiencia del cuerpo.
Sin embargo, tienes un libro de poesía que publicarás
en breve.
Una antología de
doce paginas que será publicada en noviembre y que constituye el punto final,
por un periodo de tiempo a la practica de la poesía; este libro se expresa a
través de los Koans, de las iluminaciones o la meditación trascendental, lo
he hecho hace 3 0 4 años con mi libro Teoría
de los cambios; La poesía de Splendor es una poesía lograda a través del trabajo
sobre el lenguaje y mas concretamente a través de la disciplina del escritor, y
Teoría de los cambios, se parece mas a este libro ultimo, busca la meditación
trascendental a través de la poesía que se produce; yo leí en un libro de un
gran escritor francés, quien publicó un libro de ensayos, y en él, uno sobre el
pintor Fujita, que lleva ese apellido en homenaje al monte Fuji, que es el
monte tutelar de Tokio, y dice que ha dedicado su vida, y que además ha sido
larguísima, ha expresar, desde todas las perspectivas posibles, la belleza de
este monte, al punto que ya en la vejez avanzada, Fujita opina que conforme va
envejeciendo, va simplificando y volviendo elegante el trazo del monte Fuji, al
punto que en la ultra vejez bastaría solo un punto en el lienzo para expresar
toda la belleza y complejidad del monte Fuji, entonces a raíz de esta
experiencia he escrito este pequeño libro que por el momento es lo ultimo que
he escrito en poesía.
¿Le temes a la muerte?
No le temo a la
muerte, sino al transito, pasar de la vida animada, al estado inanimado, ese transito es lo que
me da terror.
¿Y cómo podrías decir que ha transcurrido estos 62
años de vida?
Mi vida ha estadodedicada
a escribir y estoy agradecido porque el lector me lo ha hecho sentir así, me lo
ha agradecido de algún modo al entregarse a leer mi poesía.
¿Has tenido hasta hoy una vida plena o crees que te
faltó algo?
Yo soy escritor,
por tanto para mí lo pleno es la escritura.
¿Más allá de vivir?
Vivir a través
de la escritura.
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