jueves, 4 de diciembre de 2008

Desde Chincha "EFIGIE ABSTRACTA" de Richard Mendoza Rodríguez

La poesía es un buen pretexto para comentar grandes cosas, interesantes como pocas. A partir de ella brota de nosotros el más profundo y humano sentimiento. La más intensa creación de (re)velarnos ante nuestro propio mundo interior. Y es que gracias a la poesía se conoce la esencia de la compleja naturaleza humana, las más grandes pasiones y emociones o quizás mucho más nuestra miseria y soledad.

En torno a ella habita la reflexión de observanos a nosotros mismos. Y es que cuando yo leo poesía me sacudo y encuentro ese amor, esa esperanza, esa urgente libertad o sana rebeldía y otras cosas que me hacen temblar o suspirar... No en vano Gabriel Celaya decía: "La poesía es un arma cargada de futuro". El tan ansiado despertar de nuestra mente.

De este modo se me vienen a la memoria algunos poemas del joven vate chinchano, amigo y colega de profesión: Richard Mendoza Rodríguez. Poeta mágico y sencillo, creador de una nueva atmósfera poética. Sus versos denotan la transpiración del saber convivir en lo imaginario. Dueño de un universo propio de sí. Un poeta que ha nacido para jugar con las palabras y el tiempo. Alguien que no se cansa de dibujarse en cada pétalo de nuestra voz.

Ya alguna vez el poeta español José Manuel Caballero Bonald sostenía: "leer un buen poema jamás es una pérdida de tiempo, sino todo lo contrario, es un modo de enriquecerse, de multiplicar nuestras percepciones, de ganarle la partida a la ignorancia que nos acecha por todas partes en este mundo bárbaro entregado en cuerpo y alma a lo intrascendente".

Y eso Richard Mendoza lo tiene claro. He ahí su propuesta. Lanzarnos hacia un eterno viaje al corazón. Ahora que yo me contagio el cuerpo con su hermosa poesía.


EFIGIE ABSTRACTA

Comparto tu ausencia con la soledad
que susurra y dibuja tu nombre
en el índice de mis recuerdos

donde tu silueta baila con la luna

donde el vacío liba sorbo a sorbo
los átomos de un
amor
que no fue confesado
a tiempo.


YA NO PASEAS por estas calles,
los autos atropellan tus huellas
y tu nombre no es fácil de colgar en el olvido.

Los números y los días sin ti se han hecho incontables;
incontables también
los metros cuadrados de tu distancia.

Ya no paseas por estas calles
mas aún eres la estación de cada noche,
tu ausencia se asemeja al invierno
y tu nombre: Vuela sin
alas,
nace sin
excusa,
sueña en
silencio y
alcanza el infinito.


RESUMEN

Mientras pienso en ti me dedico
a deshojar los meses
y miro cómo
cada pétalo de mi reloj
dibuja cuatro veces
noventa grados de soledad…

Cotidianamente tu voz se me pierde


MANIFIESTO SOBRE LA AUSENCIA DE PALABRAS

I

Esta es la misma noche de ayer.
Noche nocturna
de viento pausado.

Es la misma noche
donde no te veo,
la misma, que mañana
ha de posarse en mi ventana
para sospecharte callada
confesándome tu no hablar
en absoluto silencio.

II

Ahora
no sólo soy reo de la noche
también soy llanto
que desvanece con el silencio que no se busca,

soy un llanto
idéntico al silencio que conozco;

silencio
que se hace eterno por momentos.


A S S E N A V está
atando con sus labios mis palabras;

e l l a, viene explicando en sus ojos
una tarde de septiembre
que crece en su sonrisa.

En La Voz De
a s s e n a v
se anuncian melodías y canciones
con las que he de construir la
p r i m a v e r a.

Ya se va n al aire las a v es
y en su vuelo tierno
advierten que mi lápiz la hoja besa
cuando dibujo sentimientos.


JUEGO DE PALABRAS

I (descripción facial)

Con cabellera hasta el hombro
y sonrisa hasta el cielo,
ASSENAV hace que el viento
se cuelgue
en sus cabellos
como frutas y palomas.

II

Al final de este día
daré un paseo
por tus sueños…
y otra vez
y mil veces
anhelaré ser tu almohada.

III

Aquí nadie te ignora,
salvo
la política
de estos días
y el poema
que aún no escribo.


¿QUIÉN dejará ahora, su rostro
para escribir el próximo poema
cuando llegue el crepúsculo?

Quién dejará sílabas en mi lapicero
y verdades en mis ojos?

¿Quién? Si coincidentemente
Algunos rostros que conozco
han cumplido muchos años
para hoy sólo ser recuerdos
que en silencios atrevidos
me abren el pecho poco a poco
l e n t a m e n t e
sin poder identificar mi desconocido rostro.
Quién dejará su rostro para escribir el próximo poema.


EPÍGRAFE

la lluvia cae desigual como tu nombre
Carlos Oquendo

Aquí comienza tu nombre.

En tus manos se prolongan las horas.

Más allá de mañana te esperan

frutas
sabores
orbes

y mariposas de colores adornan tu voz

mientras la voz de tus manos me salva la vida.

Aquí termina tu nombre.

MISIVA

Nuestra historia
sólo estaba remitiendo
un momento de silencio
para reencontrarnos luego
con el corazón
repleto de palabras .


CANCIÓN
Para Grace, con su voz.

Porque estás aquí sin estar:
Te amo.

Porque vienes sin venir a toda hora:
Te amo.

Te amo
porque de pronto callas
como si te robara
todas las palabras de la boca.

Te amo porque estás aquí aquí aquí

A Q U Í

sin poder decir una y otra palabra.


CEREMONIA

Mi mujer tiene los pies pequeños
muy pequeños
y tiene el corazón enorme enorme.

Sus pies
dejan imborrables huellas en mi espalda;

su corazón,
deja la vida en mi pecho.

C u a n d o e l l a s e v a:
ya está de regreso.

Y c u a n d o v u e l v e
n o s e había ido.
Mi mujer nunca se va.

Bio/biblio
Richard Mendoza R. (Chincha, 1982)

Cursa estudios de Educación. Es miembro del Movimiento Literario "Horfandia" y del grupo editor "Manifiesto de Poesía". Su trabajo poético se encuentra en el poemario inédito “Más allá de mañana”.

No hay comentarios: