miércoles, 5 de febrero de 2014

“CRÓNICA DE UNOS HÉROES QUE IMPULSAN LA LECTURA” POR CHARLY MARTÍNEZ TOLEDO.




Foto: Charly Martínez y Carlos Bayona.

 “CRÓNICA DE UNOS HÉROES QUE IMPULSAN LA LECTURA”

Por: Charly Martínez Toledo

Una feria es un  momento clave e ineludible para reencontrarse con amigos que no veías desde hace mucho, esos héroes de la lectura que necesitan palpar un libro para no verse derrotados por la mole de esta sociedad de consumo donde el dinero es el mayor enemigo de las más nobles propuestas y donde el idealismo hace mutis frente a su mayor adversario posible: La indiferencia cultural.

Y ahí están: Yacen echados en dos mesas que el poeta Carlos Bayona Mejía y César Pineda Quilca han colocado en una avenida de la asociación “Virgen del Carmen”, exactamente en librería “Benigna”, cerca al paradero Soldadura, en Vitarte, sacando cara en esta sociedad donde impera la ley del sujeto anti -libros, donde el libro es visto como un objeto más –acaso de esos que generan incomodidad- viéndose acosados por el ostracismo intelectual propio de aquellos grupos mal llamados de “élite intelectual” que con su mezquindad propia se encierran en un mundo de autismo donde la lectura es solo para ellos o para clases privilegiadas, mandando todo el esfuerzo de muchos connotados intelectuales que quisieron democratizar la educación por un tirabuzón frenético y estruendoso, lleno de basura e inmundicia y acaso secundado por la mediocridad y el vacío propio de los envidiosos.

Así, en las tres oportunidades en que visité esta pequeña feria  me reencontré con un amigo entrañable como es el poeta piurano Carlos Bayona Mejía, con quien reí estrepitosamente y pasé agradables momentos, aflorando en mi rostro una sincera sonrisa producto de la chispa norteña; y ni qué decir del poeta Manuel Luque, siempre presente en los momentos culturales más importantes de Ate y otros lares, acaso llevados por la mano de esa musa trágica, de esa bella señorita que no hace sino acariciarnos con sus dedos y encantarnos con esa bella sonrisa de mejillas sonrosadas.

César Pineda Quilca dice presente con una propuesta libresca lista para sacarnos de la resaca intelectual, del desperdicio en el que se han convertido nuestras alicaídas conciencias; quizá sea una feria pequeña en tamaño pero grande en objetivos, en su momento visitada nada menos por laboriosos e intensos escritores que no pueden evitar la agradable tentación de adquirir algunos títulos para nutrir sus seguramente abarrotadas bibliotecas, presos estos de ese frenesí propio de un niño que no quiere quedarse sin su dulce. Sé que esta feria todavía es un esfuerzo mínimo, pero lo que vale es la sana intención en un país donde se colman las expectativas de sus habitantes poniéndoles por delante programuchos de mala muerte o escandalosos regodeos eróticos. César Pineda ha desenvainado la espada y está en la lucha. Felicitaciones y adelante con los proyectos.

Charly Martínez Toledo.
Ate, 4-2-2014.
   

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